VOL. 3 Cap. 1: Parte 2

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Capítulo 1:
¡Primero los preparativos!
Recuerdos sin turismo


Parte 2

- ¡Apúrate Chris! —grité por cuarta vez, tras asomar mi cabeza por la puerta de nuestra habitación y ver el pasillo tan vacío como mi estómago—. ¡Somos los últimos!

- ¡Lo siento, pero, ésta, corbata! —dijo él para segundos después salir del baño ya vestido con su terno azul marino oscuro, pero aun luchando con la corbata.

- ¿No te quejabas del mal gusto de tu madre? Te queda perfecto —era verdad, y aunque no era un galán, tampoco podría decirse que era feo. Sus lentes de marco negro le sentaban bien con el traje, aunque su cabello ondulado no le ayudaba mucho.

- ¿Pero no crees que es demasiado llamativo? Por ejemplo, mira la intensidad del tono azul. No estoy al tanto de la moda actual pero si mi ma...

- ¿Qué te demoraba? —le interrumpí. Previniendo así su modo "loro parlanchín". Era una técnica ancestral que mi tío me enseñó para evitar una larga negociación. Se llama: "cambiar de tema"—. No veo problema con tu corbata ¿o es que te incomoda?

- Hm... No del todo, creo que...

- ¡Ya me lo contarás después!

Dije y tras ponerme detrás de él, lo empujé. Me ganaba por altura, pero él no era tan fuerte que digamos. Mejor aún, al segundo siguiente se dio cuenta que estábamos perdiendo el tiempo y empezó a correr. Pero mientras corríamos, poco a poco me quedé atrás.

- ¿Qué pasa Mike? —me llamó mirándome de reojo.

- ¡Es la corbata! —me quejé, estirando el cuello de mi camisa— ¡Me asfixia!

- Solo trata de acostumbrarte, es normal si es tu primera vez. Se pasará si... ¡Woah!

- ¡Kyah!

Pero entonces, justo cuando volteaba una esquina, lo vi caer hacia atrás tras chocar contra alguien. Y junto a su grito, la voz de una niña también se escuchó.

Tuve tiempo para disminuir la velocidad y ponerme detrás de mi amigo, y ver a una niña sentada en el suelo al igual que él con gesto de dolor. Pero también a otra niña parada detrás de ella, al igual que yo.

- Au, ¿qué pasó?

Dijo Chris, pero tras ver a la niña con quien se había chocado, no dijo más. Ella llevaba puesto un vestido de una pieza; era de un color entre naranja y rosado con algunos volantes, y sobre tal, un pequeño chaleco blanco. Su cabello castaño oscuro fue peinado en ondas que llegaban hasta sus hombros, y tenía encima una diadema blanca que separaba un flequillo que cubría su frente. Parecía tener una edad similar a la de Chris.

- Duele...

Ella se quejó cerrando sus ojos y formando unas pequeñas lágrimas. En la posición que había caído, un solo movimiento sería suficiente para mostrar lo que había debajo de su falda. Yo por supuesto no tenía ningún interés en saberlo, pero cuando ella se dio cuenta de ese hecho, juntó sus piernas para evitarlo. Sus ojos azules se dirigieron hacia mi amigo; sus mejillas estaban pintadas de rojo.

- ¿...viste?

Preguntó con una voz que apenas pude oír.

- A-a, lo siento. Y-yo...

No creo que Chris haya podido ver algo más, es más, desde que se dio cuenta de la niña, no dejó de mirar su rostro. Sin embargo, cuando habló en modo de disculpa, su voz denotaba nerviosismo y sus mejillas también estaban rojas; ligeramente. Tal vez estaba tan embobado con la niña en frente que no pudo oírla, pero su reacción no fue buena para la ocasión.

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