Ésta es la historia de Alex, un estudiante mitad peruano y mitad japonés, quien empezó a estudiar en Japón en su Primer año de Preparatoria. Sin embargo, lejos de ser una persona entusiasta, su actitud asocial lo convirtió en un solitario. Todo esto...
"¡Chicos y chicas! ¡Después de ver tan impresionante demostración, haremos un pequeño corte, porque en estos precisos momentos se hace presente nuestra...! ¡¡¡PRESIDENTA DEL CONSEJO ESTUDIANTIL!!!"
- ¿La presidenta? — Shimizu preguntó a su amiga mientras giraba su vista hacia el estrado.
- Parece que sí, ella también debía haber narrado los eventos desde el comienzo, ¿Por qué llega a esta hora...?
- Es hermosa...
- A ver, a ver~ ¿Por fin podré conocer al amor de mi...?
Al ver la admiración de Shimizu ante una hermosa presidenta, Mike se levantó expectante, pero al mirarla, se quedó callado, y sus ojos se abrieron del asombro.
Pero no era por la belleza de la Presienta.
Era como si estuviese dudando de lo que estaba viendo.
Una hermosa chica estaba de pie junto al narrador, y esa chica era la Presidenta del Consejo Estudiantil.
Su corto cabello castaño medio ondulado apenas le llegaba a sus hombros, pero su sola presencia daba la picardía y seriedad de una persona adulta, pero sin dejar de lado su encanto juvenil.
- ¡¡OH!!
Y como si fuese la primera vez la veían, a pesar de que ella misma les dio un discurso de bienvenida en el día de apertura, todos los chicos del primer año la ovacionaron. Y en respuesta, ella levantó su brazo izquierdo, mientras con el otro sujetaba el micrófono, y saludó a todos con una radiante sonrisa.
"¡¡Todos!! ¡Disculpen por la tardanza! ¡Pero desde ahora les haré compañía por el resto de la tarde, ¿cuento con ustedes?!"
Con solo esas palabras, la multitud empezó a ovacionarla con más fuerza.
Era claro, ella contaba con el carisma necesario para ser la Presidenta del Consejo Estudiantil.
Sin embargo...
Había una sola persona que no aclamaba como los demás.
- Así que era verdad... pero...
Por su expresión, parecía no poder aceptar lo que estaba viendo.
- ... No creí que estuviera tan cerca...
Era extraño ver a ese chico actuar de esa forma. Él, que podría saltar de euforia ante tal chica, e incluso declarársele sin pensarlo dos veces, ahora estaba estupefacto.
Eracomo si tratara de convencerse de algo.
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***
Caminé entre los enormes árboles hasta llegar a un amplio, situado casi en lo profundo del bosque. Estando ahí, me detuve y miré hacia arriba.
En uno de esos árboles había alguien.
- Bien hecho, boy.
Su largo cabello pelirrojo liso resaltaba más que cualquier otra cosa.
- Pasaste la primera parte de tu prueba.
Esa persona estaba sentada plácidamente en la rama de aquel enorme árbol mientras mostraba una sonrisa, como esperando algo interesante.
- ¿Quién eres?
Ella era la causa de mi inquietud.
Nosé qué tenía ella, pero frente a su presencia no podía mantenerme tranquilo.
