Capítulo 2:
Somnoliento y con problemas
En la escuela...
Cuando entré a la clase, Tachibana ya estaba dando las últimas pautas para el día de hoy.
¿Qué más puedo decir?
Obviamente, todos me miraban. No solo había llegado tarde, sino que era mi primera clase tras casi dos semanas de ausencia. Además de que los exámenes y vacaciones de verano estaban a la vuelta de la esquina.
Bueno, sin prestarles importancia ni tampoco intentar verles a la cara, me dirigí a mi asiento en silencio. Cuando me acosté sobre mi lugar, inmediatamente las murmuraciones comenzaron a expandirse pero, extrañamente, había algo diferente en todas esas miradas.
¿Será porque aún sigo cansado? — Pensé, porque no podía identificarlos. De todos modos, Tachibana no demoró en retomar la reunión, pues en cualquier momento podía ingresar el profesor.
***
Las agujas del reloj sobre la pizarra giraban lentamente...
La voz del profesor, quien sea que fuese...
El sonido de la tiza contra la pizarra...
El ligero viento que golpeaba mi ventana...
Una que otra vocecilla entre mis compañeros...
Todos estos sonidos estuvieron divagando por mi mente durante toda la mañana, sin mencionar que apenas podía mantener mis ojos abiertos. Y era más que obvio que no entendía nada de lo que decían los profesores.
Para cuando finalmente llegó la hora del almuerzo, apenas había logrado mantenerme despierto. Pero ni bien sonó la campana, mi cabeza cayó sin resistencia alguna sobre la mesa.
Ya no puedo más...
Me acomodé sobre mi brazo y mi mente poco a poco se alejaba al otro lado, cuando repentinamente, el fuerte sonido de la mesa al ser golpeado con la palma de la mano, resonó en mis oídos. Pero como si esperaba que eso sucediese, el sonido no me afectó en lo absoluto, pero una pequeña parte de mí me dijo que levantara la cabeza.
- ¿Mm...?
Lo intenté, pero a duras penas logré levantar la mirada. Ahí estaba, como esperaba, mi queridísima delegada y a su lado, sin falta, Shimizu.
- Ah... son ustedes... — Dije, tratando de mantener mis ojos abiertos.
- ¡Nada de "son ustedes"! ¿¡Qué crees que estás haciendo!?
- Ahora no, Tachibana... — Intenté acurrucarme nuevamente en mis brazos.
- Ya me colmaste... — Sujetó mi brazo izquierdo— ¡Ayúdame Aika! ¡Esto aún no ha acabado!
- ¡De acuerdo! — Shimizu se oía decidida mientras ayudaba a su amiga, sujetando mi otro brazo.
- Esperen...
Pero a pesar de que dije eso mientras me arrastraban fuera de la clase, no ofrecí resistencia alguna. Mucho menos sé cómo reaccionaron los demás ante esta situación, y para cuando me di cuenta, ellas me habían traído hasta la azotea. No sé cómo le hicieron con las escaleras pero aquí estábamos. Sin embargo, apenas salimos del edificio, ellas me soltaron y se quedaron quietas ahí, sin voltearse ni decir nada más.
- ¿Qué pasa...? — Pregunté por la confusión y con un gran bostezo.
- Shion-kun... — y en respuesta, Shimizu empezó a hablar sin voltearse —. ¿A dónde fuiste?
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Donde todo empezó
SonstigesÉsta es la historia de Alex, un estudiante mitad peruano y mitad japonés, quien empezó a estudiar en Japón en su Primer año de Preparatoria. Sin embargo, lejos de ser una persona entusiasta, su actitud asocial lo convirtió en un solitario. Todo esto...