Capítulo 2:
Somnoliento y con problemas
En la escuela...Parte 1
*Ring* *Ring*
- ¡Vamos, vamos, ya-!
Detuve el despertador tan rápido como pude.
Ha... bendito tiempo...
Y quejándome de la imparcialidad del espacio-tiempo, me levanté perezosamente de la cama, tan adormilado que apenas podía mantener los ojos entrecerrados, pues si trataba de abrirlos más, seguramente me arderían. Aún después de entrar al baño y remojarme la cabeza con agua fría no logré disipar esa pesada sensación, pero aun así bajé hacia la cocina y mientras me acercaba, el sonido de la licuadora llegó a mis oídos.
- Buenos... días.
Con un gran bostezo, entré a la cocina y saludé a mí, por así decirlo, único amigo. En ese momento, él estaba sirviéndose su jugo recién hecho. El olor a manga y plátanos llegó a mi nariz.
- ¡Oh! ¡Bienvenido hermano! ¿A qué hora llegaste anoche? No te sentí llegar.
Mike me respondió normalmente, y tras tomarse su jugo de un trago, sacó unas naranjas de la refrigeradora. Ya se había preparado para él, así que atribuí que era para mí.
- No tengo ni la menor idea...
Respondí desganadamente mientras me sentaba sobre la silla más cercana al televisor, alcé el control y la encendí para conseguir algo de concentración. Escuché como tomaba el resto de su jugo, pelaba y cortaba las naranjas.
La cocina estaba junto al comedor y siempre que Mike hacia el desayuno, prendía el televisor para distraerse mientras tanto, pero estaba tan cansado que ni siquiera era capaz de darme cuenta de esa anormalidad.
Bostecé una vez más y recosté mi cabeza sobre mis brazos sobre la mesa (mi mano ya se había curado de la quemadura de aquel día), e intenté captar lo que decía la periodista mientras Mike licuaba la fruta.
Es inútil, no logro entender nada...
Intenté cerrar mis ojos un segundo, pero antes de entregarme en bandeja de plata al sueño, Mike se paró junto a mí, con la jarra de jugo y un vaso ya lleno.
- Alex, tómate esto, debería de ponerte en un instante.
Me alcanzó el vaso apuntándome con su dedo mientras ponía una expresión insinuante. Ignorándolo, disfruté del intenso agrio que se expandió por mi boca y mi garganta. Más despierto y disfrutando el dejo de la naranja en mi garganta, me volví a Mike y me topé con sus ojos. No recordaba la última vez que vi esa mirada seria.
- ¿Estás usando tu poder? — preguntó sin ningún atisbo de burla.
- Ah... sí — le respondí, tomando otro poco más —. Lo tengo activado desde ese día... Supongo que lo desactivaré cuando vaya a la escuela.
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Donde todo empezó
SonstigesÉsta es la historia de Alex, un estudiante mitad peruano y mitad japonés, quien empezó a estudiar en Japón en su Primer año de Preparatoria. Sin embargo, lejos de ser una persona entusiasta, su actitud asocial lo convirtió en un solitario. Todo esto...