Capítulo 1:
Mejor tarde que nunca
Celebración en casa de TachibanaParte 2
Todos nuestros compañeros estaban sentados en grupos de cinco o seis, divididos en varias mesas y encima de cada una había un hornillo y su respectiva olla. Estaban en medio de la preparación de unos de mis platos favoritos: Sukiyaki.
El lugar era una enorme habitación y con muchas ventanas, manteniendo un ambiente agradable a pesar del calor de los hornillos. Unos estaban cantando, otros conversaban, se contaban chistes, jugaban; en resumen, hacían lo que más le gustaba mientras esperaban por el resto de los ingredientes o el término de la preparación.
Aunque está demasiado ruidoso para mi gusto.
Ishikawa, fue el primero en darse cuenta de nuestra presencia.
- ¡Hey, Mike! — dijo, mientras agitaba su mano — ¡Aquí!
Nos había guardado una mesa, o tal vez solo estaba cuidando la mesa por mandato de cierta organizadora. Pero mientras nos dirigíamos allí, el ambiente cambió ligeramente.
Pero más que mirarnos, lo cual hacían con descaro, nosotros... Mejor dicho, yo era el centro de las conversaciones y cuchicheos.
Mierda — Me maldije. Pues claro, todo este tiempo me dediqué a alejarme de los demás y pasar desapercibido, pero ahora, heme aquí, siendo el centro de atención de todo el mundo. No podía sentirme más incómodo.
La mesa era relativamente más grande que las otras, y en ella, aparte de la pequeña cocina y la olla hirviendo con los vegetales y carnes dentro, había una jarra de refresco con unos vasos. Alrededor había cinco sillas, con Ishikawa en la cabecera.
Shimizu se sentó en una de las sillas que estaban apoyadas a la pared.
Supongo que la otra es para Tachibana.
De modo que me senté frente suyo y Mike a mi lado.
- Se han tomado su tiempo — declaró Ishikawa mientras tomaba un sorbo de su bebida.
- Pasaron un par de cosas...
Respondió Mike, indiferente, tras repartir los vasos y levantar la jarra. Y mientras vertía el refresco amarillo sobre mi vaso y el de Shimizu, nos lanzó una mirada acusante.
Shimizu se exaltó un poco y apenas pudo agradecérselo, pero su reacción no fue suficiente para que Ishikawa pudiera sacar conclusiones.
- ...pero que quedan para el recuerdo propio~ — terminó de hablar y se acomodó nuevamente en su silla —. De todos modos, ¿Cómo sigue tu tobillo?
- Ya veo, con que más secretos — Ishikawa no parecía feliz —. De acuerdo — suspiró —, y del tobillo no fue tan grave, para mañana estaré mejor, pero terminará de curar en unos días más ¿Qué tal el tuyo?
- No hay problema — dijo Mike, riendo y alzando su vaso —. No participé, pero al menos conseguí un compañero para lamentarme.
Todos simpatizaban con él por esa actitud tan despreocupada, pero eso no era del todo cierto. Lo que realmente le permitía socializar era que siempre estaba atento a con quien hablaba y a lo que sucedía en alrededor. Por eso...
- Tienes razón — Ishikawa chocó su vaso con el de Mike mientras sonreía —, no será el mismo pie, pero compartamos las penas.
Ambos bebieron todo lo que había en su vaso y soltaron una voz de satisfacción al unísono. Pero ni bien Ishikawa puso su vaso sobre la mesa, me lanzó una mirada de enojo.
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Donde todo empezó
RandomÉsta es la historia de Alex, un estudiante mitad peruano y mitad japonés, quien empezó a estudiar en Japón en su Primer año de Preparatoria. Sin embargo, lejos de ser una persona entusiasta, su actitud asocial lo convirtió en un solitario. Todo esto...