Capítulo 2:
Una mirada diferente
ArianneParte 8
- Bienvenido a casa querido~. ¿Deseas tu desayuno ahora? ¿Darte un baño? ¿O tal vez... a... mí~?
- ...No te lo pregunté ayer. ¿Cómo es que logras entrar?
No esperé a que me respondiera. Sabía que no iba a hacerlo. Así que pasé de largo hacia el dormitorio. No sin antes fijarme en su ropa: un short de tela gris, una blusa negra y un delantal rosa, que era prácticamente la misma de ayer. La muy zorra le mostró sus pechos tan abiertamente que no podía enojarme con Shion, quien se quedó quieto en la entrada.
Sin embargo, e incluso cuando llegué al dormitorio, Shion no le habló.
¡Idiota!
Cerré la puerta e inmediatamente cogí el primer conjunto de ropa que encontré y me metí al baño.
¡Sé que quieres hablar con ella en privado, pero no tenías que ser tan obvio!
Me bañé y me puse la ropa tan rápido como pude, pero cuando llegué al comedor ya era demasiado tarde.
Los encontré sentados, en silencio.
Él estaba a la cabecera comiendo unos sándwiches, y ella, sentada en el mismo lugar que ayer, mirándolo alegremente sin decir nada.
Sea lo que sea que habían conversado, no podía preguntar.
¡Idiota!
Presioné ligeramente el suelo, antes de sentarme en mi asiento. Por supuesto, no olvidé desquitarme un poco:
- Guau. ¿Tan rápido se pusieron al día?
- Por supuesto Miss Tachibana~ —me respondió sonriente—. Entre mi Keita y yo no hace falta decir mucho para comprendernos.
Rápida como siempre. Pero sé que te dolió.
No era necesario ser considerada con ella, y aunque me molesta admitirlo, la admiro. Y al mismo tiempo, sé que puedo pelear sin preocuparme de lastimarla demasiado. Je, je.
- Ah, sí. Es sorprendente, a pesar de que nunca nos habló de ti.
- Vaya~ ¿De verdad~? ¿Será porque no puede confiar lo suficiente en usted?
¡Ugh! Maldita...
No me resultó sorprendente que fuera capaz de desenterrar ese tema. Tenía que dar un paso atrás. Solo uno pequeño.
- Puede ser cierto —levanté uno de mis sándwiches—. Por eso le hice una promesa. ¿No es así Shion?
Lo miré mientras comía mi sándwich.
- ¿De verdad~? ¿Qué tipo de promesa podría ser?
Ella también lo miró.
- Y yo que pensé que podría comer tranquilo —suspiró.
- No seas cobarde.
- No me gusta decir lo mismo querido, pero Miss Tachibana tiene razón.
Shion la miró por un segundo.
- Lo siento Arianne, pero si Tachibana no quiere decirlo, menos yo puedo hacerlo.
Y siguió comiendo.
Era mi victoria, y ella no ocultó su insatisfacción. Sin embargo, esa mirada que Shion le dio me impidió celebrar. Fue como si con esa sola mirada la entendiera.
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Donde todo empezó
RandomÉsta es la historia de Alex, un estudiante mitad peruano y mitad japonés, quien empezó a estudiar en Japón en su Primer año de Preparatoria. Sin embargo, lejos de ser una persona entusiasta, su actitud asocial lo convirtió en un solitario. Todo esto...