Capítulo 1:
Mejor tarde que nunca
Celebración en casa de TachibanaParte 3
Admiré el invernadero por no sé cuánto tiempo, pues muchas de esas flores eran desconocidas para mí, como otras que pensé no podían crecer en éste país: Como una que tenía la forma de un geranio, pero sus hojas encorvadas y sus pequeñas flores rosadas —en forma de estrellas— eran relativamente más gruesas. Es más, alrededor del invernadero había una increíble cantidad de flores propias de Japón, como la Flor de Garza Blanca que escuché era bastante delicada, pero ahí estaba junto a muchas otras como la Azalea. También había árboles de cerezo rodeando por completo el invernadero y otros que recuerdo haber visto en otras partes del mundo.
Me generaba una agradable sensación de calma y quietud que no me importaría estar aquí por un largo tiempo. Sin embargo, en algún momento volví a ser consciente de la cruda realidad. Tenía que volver a ese lugar. Así que resignado volví mis pasos hacia aquel sitio.
Ya frente la puerta, volví a detenerme al escuchar las voces que venían de adentro. Quería desaparecer de aquí, en serio, pero por mi desesperada necesidad de salir volví a olvidarme las cosas dentro. No tenía más opción que volver a entrar y obviamente, mi ingreso no quedó desapercibido, pero ignorando las miradas, noté que muchos ya estaban terminando el Sukiyaki y otros ya estaban disfrutándolo.
Parece que me he tomado mi tiempo.
Rodeé mi mesa, para estar al frente de Tachibana, su pequeña hermana Mei y de otras chicas más. Estaban sirviendo algunos platos mientras otros chicos se agrupaban alrededor.
Me dirigí a la anfitriona, quien tenía una ligera sonrisa impregnada en su rostro.
- Lo siento Tachibana, pero tengo que retirarme, tengo que atender un asunto urgente. — levanté mis cosas sin mirarle a los ojos en ningún momento.
- Espera, ¿planeas irte así sin más?
Entonces, sentí un cambio de ánimo. Es decir, ella me volvió a hablar pero ahora como si fuese su peón o algo por el estilo. Incluso hizo que los chicos que estaban más cerca se alejasen un poco.
Cuando entré, estaba realmente introducida al grupo, pero mi sola presencia cambió todo como por arte de magia, dejándome una sola opción.
- Tienes razón, nos vemos en otra ocasión Mei-chan. — Hice como si entendiera algo, y me dirigí a la pequeña Mei mientras le acariciaba la cabeza.
- Sí, Nii-san, vuelve a visitarnos pronto. — Me despidió con una gran sonrisa.
- De acuerdo. — Asentí y volteé hacia la puerta — Bueno, me voy.
- ¡Hey! ¡No intentes jugar conmigo!
Ya estaba dispuesto a irme, pero Tachibana me detuvo hablándome con una expresión intimidante mientras cruzaba los brazos.
- Es urgente.
Le devolví la misma mirada, pero ella no se echó para atrás.
- Bien. Al menos toma algo del Sukiyaki que preparamos.
Sin embargo, al tomar un pequeño respiro, se calmó. Cambió su afilada mirada por una de resignación.
- Me sentiría mal si no probaras algo — agregó al mirar mi desconcierto —, ya que nos ayudaste con el evento de hoy.
Me hablaba de manera arrogante, como siempre, pero a la vez muy pasiva. Pensé que era algún tipo de trampa, e incluso miré la olla en busca de algo peligroso. Quise decirlo, pero luego de replantearme el tipo de chica que ella era, formé una sonrisa.
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Donde todo empezó
RandomÉsta es la historia de Alex, un estudiante mitad peruano y mitad japonés, quien empezó a estudiar en Japón en su Primer año de Preparatoria. Sin embargo, lejos de ser una persona entusiasta, su actitud asocial lo convirtió en un solitario. Todo esto...