Demons| TC2

Capítulo 56: Orgullo y mucha testosterona

Sarah Cooper

Después de que me transformaron, tenía bien en claro que tomaría tiempo adaptarme y tener el suficiente autocontrol para convivir con humanos de nuevo. Desde ese momento, pasé largos días encerrada en la mansión de los Pearson, aprendiendo de cada uno de los diferentes vampiros que la habitaban. Anhelaba el día en que pudiera salir a la ciudad de nuevo, tener citas con mi novio, caminar por el bosque sin tener que verificar antes que no hubiera ningún humano cerca, respirar la brisa tranquila sin perder el control.

Pero todo sucedió más rápido de lo que esperaba. Resulta que después de todo, sí salí a la ciudad de nuevo, sin embargo, no fue como debió ser.

Y ahora que se estaba cumpliendo ese momento, las circunstancias no eran las mejores, y los motivos eran más bien de vida o muerte. No se supone que así sea la vida, que cada cosa que hagas tenga una razón en particular, y que debas tomar la decisión acertada sin ninguna otra alternativa, ya que de lo contrario, las consecuencias que vivirías serían-literalmente- fuera de lo normal.

-Sarah está muy triste, ¿Ya le dijiste a quien vamos a ver?

Miro a Rihanna por el espejo retrovisor, ella estaba recargada de brazos cruzados sobre los asientos de atrás, mirando el paisaje por la ventanilla.

-¿Qué no estamos todos tristes? ¿Y por qué la alegraría saber a quien vamos a ver?-le responde Alex, cortante

-No lo sé ¿Sigue siendo tu novia?, la sacaste de la casa sin preguntarle si quería venir o no, lo que es extraño porque...no se supone que deba ver esta parte de ti.

Me quedo callada y clavo la vista en la carretera, esperando temerosa lo que Alex diga a continuación.

¿Alex y yo seguimos siendo una pareja, después de todo lo que pasó? ¿De verdad me ha perdonado?

Puedo entrar en su mente y averiguarlo, sin embargo, no dejo de pensar en la conversación que tuvimos antes de que me desbloqueara.

-Tal vez duela un poco-me dijo, en un tono triste.

-Eso ya no importa, desde que llegué me has bloqueado de tu mente, cada cinco minutos-le esquivo la mirada-. Ya estoy acostumbrada.

-Estás enfadada.

-¿Y qué? De todas formas lo que yo sienta no evitará que me hagas a un lado, sólo estás buscando la forma de alejarte de mí sin que me lastimes, pero sabes que no es posible así que sólo me bloqueas para que no sepa lo mucho que me odias.

Yo estaba recargada en la pared, con los brazos cruzados sobre mi pecho, me sentía fatigada, cansada de que todo a nuestro alrededor empeorara con cada segundo. El día en que Tsalia viniera a enfrentarnos estaba cada vez más cerca, pero justo ahora para mí, el momento en que nuestra vidas pudieran ser pacíficas y felices se estaba alejando.

Aunque Tsalia y todos los criminales del mundo dejen de existir, eso no borrará el hecho de que; Elízabeth y James ya no podrán estar juntos de nuevo, Pryscilla está rota por dentro, Zack ya no está, Rihanna ya no quiere tener relación conmigo, y Alex y yo estamos peor que nunca.

Hay cosas que oscurecen hasta a la familia más unida, pero los únicos que pueden hacer que sus lazos se rompan, son ellos mismos.

-Sé lo que estás pensando-habla de nuevo.

-¿Cómo? Si no puedes leer mi mente.

-No necesito hacerlo-escucho sus pisadas acercarse hasta que lo tengo en frente de mí-. Te conozco demasiado-siento el brillo de sus ojos azules, pero no soy capaz de mirarlos directamente.