Capítulo 38: Bitch, I am the champion

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Adelí Mathews

Trataba de decidir si asesinar con la mirada a la maldita perra que me había amarrado a una silla o incinerar al idiota que lo permitió. Encima de todo, Alex seguía parado como un tarado observando a su hermana mayor y a Monique clavadas como retratos en las columnas.

Le hubiera gritado lo imbécil que era de no ser por la cinta en mi boca, y desafortunadamente cada vez que intentaba crear una llama de fuego, por mas pequeña que fuera, Sarah la apagaba con su estúpida mente congelacosas.

Fue por eso que me decidí finalmente a asesinarla a ella con la mirada mientras hablaba con Alex como si yo no estuviera en frente.

—Sí sabes quién fue el culpable de que terminara nuestra amistad, ¿Cierto?—le pregunta, y es la mirada de incomodidad y angustia de Alex lo que me pone alerta.

Aquel era un tema del pasado, no se supone que la Sarah sin humanidad tuviera que mencionar eso y hacernos mierda a todos, pero no sé por qué pude pensar eso, pues ahora parecía que para lo único que servía Sarah era para eso, hacernos sentir mierda a todos.

Y justo cuando creí que Alex lanzaría una de sus preguntas, aclara la garganta y da un paso hacia ella.

—Muy bien Sarah, acaba con esto de una vez—le dice, sonando firme.

—¿No vas a preguntarme qué fue lo que pasó?—insiste Sarah, usando un ridículo tono seductor que me hace voltear los ojos—. ¿No quieres saber lo que pasó esa noche después de nuestra primera cita?

—Lo único que quiero es que sueltes a mis hermanos y a tu prima, y limpies todo este desastre.

Lo miro con el ceño fruncido y aclaro ruidosamente la garganta ¿Acaso no se olvida de alguien?

—Ah sí, y también suelta a Adelí.

Imbécil.

—Tú me pediste que las detuviera—se excusa Sarah.

—No sé qué clase de definición tenga la palabra "Detener" en el diccionario malvado que hay un tu cabeza, pero apuñalar a los amigos no es lo que realmente significa—contraataca Alex.

—¿Si sabes que tengo un diccionario malvado entonces por qué me liberaste? ¿Qué no se supone que puedes sentir todo lo que yo siento?

—¡¿Cómo se supone que pueda sentir lo mismo que tú si no tienes sentimientos?!—exclama exasperado.

—Entonces deberías dejar de esforzarte y apagar tu humanidad de una vez por todas—se incorpora en el asiento—. La única razón por la que ellos siguen vivos es porque tú así lo quieres, pero si no logro destruir tu humanidad pronto, la única alternativa que me quedará será asesinarlos a todos y entonces ya no tendrás ninguna razón para sentir algo.

Paseo mi mirada de él a Sarah y viceversa, esperando ansiosa por que la discusión continúe.

—Te liberé, cumplí mi parte del trato—le dice Alex.

—Y yo aún no he matado a nadie, por lo tanto he cumplido mi parte también, así que me liberarás...permanentemente.

Niego con la cabeza y trato de decirle a Alex que no acepte, pero la cinta en mi boca no me dejaba hablar con claridad. Alex se da cuenta de lo que trato de hacer y se acerca él mismo a quitar la cinta de mi boca. Una vez sin nada que me impida hablar, suelto el aire acumulado.

—No puedes estar planteándote liberarla, ¿No ves lo perra que es?—le digo.

—El comal le dijo a la olla—ésta pone los ojos en blanco.

Demons| TC2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora