Capítulo 47: El rescate

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Adelí Mathews

La música para bailes porno queda a mis espaldas cuando Eric cierra la puerta. Yo ya estaba preparada para recibir a una orda de vampiros furiosos, pero ahí sólo había un largo y vacío pasillo.

Pryscilla guarda una daga en su bota de tacón que le llega hasta la rodilla, y Scord patea las cenizas del guardia para esparcirlas en el suelo. James camina tranquilamente observando el piso, y se detiene sólo para agarrar una tarjeta. La miro mientras la sostiene y veo en ella una fotografía del guardia que mató Pryscilla, parecía una identificación.

-Lo mataste-escucho decir a Eric, veo de reojo que no deja de mirar las cenizas con los ojos bien abiertos.

-¿En realidad esperabas que cumpliera sus fantasías?-le responde cortante, acomodándose los tirantes de su sujetador.

Scord le echa una mirada recelosa a Eric.

-Por tu bien, no respondas-le susurro al chico de cabello color zanahoria y lo esquivo.

Scord le acaricia el cabello a su novia y ambos caminan por el pasillo tomados de la mano, como si en lugar de una misión rescate estuvieran en una cita.

De las tres mujeres que habíamos venido, definitivamente Pryscilla era la que más se había esmerado con su atuendo, lo que era extraño tomando en cuenta la poca ropa que llevaba. Llevaba una blusa rosa transparente que dejaba a la vista su sujetador de encaje color negro, y sus shorts de cuero apenas le tapaban nada. Y ni hablar de lo espectacular que lucía con su cabello rubio cayendo lacio sobre su elegante espalda de princesa.

Sin duda Pryscilla era quien sobresalía en el grupo esta noche, incluso cuando yo me había ondulado el cabello, cosa que había acostumbrado a hacer de vez en cuando últimamente. Me gustaba como se veía mi cabello sobre mis hombros, me gustaba pensar que eran llamas flameantes y calmadas.

Sarah había optado por algo más fácil (Énfasis a la palabra) al vestirse como la zorra sin humanidad que es ahora. Sospecho que a Alex no le incomodó eso hasta que la tuvo en frente. No quiero ni imaginar lo que debe estar pasando en este momento con esos dos a solas, aunque técnicamente en este maldito lugar eso resulta casi imposible.

Mi instinto me dice que he cometido un error al pedirles que se quedaran allá afuera.

-Recuerden el plan, buscamos a Sarina y nos largamos de aquí-digo.

-Creí que no teníamos un plan-me mira Scord.

-Eso sería como tirarse al mar repleto de tiburones.

-En ese caso te falta agregarle al plan la parte en que matamos a todo lo que se mueva-agrega Pryscilla, esbozando una sonrisa de oreja a oreja.

-Es por aquí-llama James, asomándose desde otro pasillo.

Los demás lo seguimos, Eric pasa a mi lado y yo lo detengo del brazo.

-Creo que sería mejor que te quedaras afuera-le digo, en el volumen más bajo que me es posible.

-¿Y perderme toda la acción? Ni hablar-bufa, dándose la vuelta para seguir avanzando, sin embargo, yo no soy capaz de dejarlo ir.

Él pone los ojos en blanco, pero al darse cuenta de mi preocupación, su expresión se suaviza. Suelta un suspiro y esboza una sonrisa tranquilizadora.

-Estaré bien-dice, y yo me esfuerzo en aplicar menos fuerza a su brazo, al lo que él ladea la cabeza-. Lo prometo.

Entrecierro los ojos buscando en su mirada alguna mentira o travesura. Pero estaba siendo sincero.

Demons| TC2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora