Capítulo 63: Sentimientos

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Sarah Cooper

A lo largo de mi vida sólo había asistido a dos funerales: el de mis padres y hermana, y el mío, aunque técnicamente ni siquiera estuve consciente en este último. De hecho, ni siquiera sabía que estaba muerta hasta que bueno...revivi.

Eso es lo que soy ahora, un alma que vaga por el mundo sin un corazón latiendo y con una vida infinita llena de poder. Aunque mi muerte no había sido agradable ni justa, aceptarla fue mucho más difícil todavía, me empeñaba tanto en negar  lo que me había convertido, que incluso tuve que perder mis sentimientos, mis amigos y algunas de mis creencias para poder superarla.

La única cosa que me mantuvo de pie en el momento en que me di cuenta de que mi peor pesadilla se había vuelto realidad, fue que mi destino estaba unido al amor de mi vida. La idea de imaginar una vida sin preocuparme porque nuestros sentimientos desaparecieran o la pasión se acabara. Pero algo que había aprendido desde que descubrí el mundo sobrenatural...o más bien desde que él me encontró a mí, es que todo tenía un precio y una razón.

Salvar la vida de miles de criaturas sobrenaturales y humanos inocentes, protegerlos de un futuro gobernado por la maldad encarnada, todo eso tenía un precio. Y en este caso, me costo mi destino.

Por un momento me pareció que nada había cambiado, que la maldición no me había segado completamente. Yo seguía amando a Alex, lo sabía con lo más profundo de mi alma, lo sentía en todo mi cuerpo.

Jamás había estado tan segura de algo.

Sin embargo, aún permanecía la inseguridad, una voz susurrando a mi cabeza el peor de mis miedos.

¿Y qué si él ya no me ama?...¿Qué si todo lo que sentía por mí era falso?...Después de todo, ¿Qué persona no se enamoraría de Alex?

Mi existencia había arrastrado a su padre a tomar la decisión de dar la vida de sus propios hijos a cambio de la suya. Tal vez no fuera la culpable de aquel acto egoísta, sé muy bien que el padre de ellos siempre fue una persona sin corazón, no podía responsabilizarme por toda la maldad en el mundo después de todo. Tampoco fue mi culpa que él se adentrara a este mundo, aunque él y yo no nos hubiesemos conociso aquel día en la universidad, tarde o temprano, la maldición que nos unía lo habría hecho por su cuenta.

Alex y yo teníamos que estar juntos. Era un hecho. Estaba escrito en todas partes.

Estaba. Eso es lo importante.

Fue antes, cuando Alex dijo que había perdido su marca porque se había enamorado de una humana. Fue antes, cuando luchó contra todo para que estuviéramos juntos, cuando estuvo a mi lado mientras trataba de adaptarme a mi nueva manera de vivir.

¿Pero había sido sólo eso? ¿Un chico segado por sus sentimientos, causa de una cruel maldición?

Aunque aquello no hiciera mas que cavar un profundo agujero en mi corazón, eso explicaba como Alex podía seguir mirándome a los ojos después de que los míos habían sido oscuros y llenos de oscuridad, después de verme asesinar y atacar a las personas que no permitía que nadie más tocara.

¿Quien podría pasar por todo eso y seguir amando a una persona así?

Tenía sentido que yo estuviera enamorada de él, es decir...¿Quien en su sano juicio no lo querría?...Pero no había ninguna ecuación o teoría que explicara por qué razón Alex podría amarme.

Hace un día tenía en mis brazos al chico de mis sueños prometiendome su amor desesperadamente. Y en cuanto aquella pesada cadena se había desaparecido, no había vuelto a ver aquellos ojos que siempre hacían que me derritiera por dentro.

Demons| TC2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora