Demons| TC2

Capítulo 54: Lágrimas envueltas

Sarah Cooper

Después de abrir la cajita de Rihanna, Alex y yo nos quedamos mirando en silencio el frasco que yacía dentro. Sobre todo Alex, que me lo quitó después de unos segundos para observarlo mejor, lo giraba y volteaba bajo la esplendida luz de la luna, y sé que al igual que yo, trataba de buscar una explicación. Pero no importaba en qué ángulo lo miráramos, que el interruptor estuviera aún entero sólo podía tener una razón.

Y era que en realidad, Adelí nunca lo había bebido.

Sin embargo, ambos sabíamos muy bien que aquellas no eran buenas noticias, ya que aunque hace unos segundos estábamos dispuestos a recuperar a toda costa la humanidad de Adelí Mathews, descubrir que nunca la había perdido significaba otras cosas.

Que lo había engañado, y que estuvo consciente de todo lo que hizo esta tarde.

Adelí asesinó a Zack a sangre fría. Aquello no fue un acto causado por su falta de sentimientos y autocontrol, ella siempre supo lo que estaba haciendo, lo tenía todo planeado. Devolverme la humanidad fue su plan desde un principio, y como siempre, ella quiso lograrlo sin importar a quienes dañara en el camino.

¿Pero asesinar a Zack era sólo otra estrategia para hacerme sentir? ¿De verdad tenía en mente acabar con la vida del hermano de Alex...sólo para hacerme recuperar mi humanidad?

Sé que en este momento Alex no puede entrar en mi mente, y dudo que después de esto deje entrar a quien sea, puede que no lo haya sentido como debí en ese momento, pero sé que entre Adelí y Alex se forjó una amistad muy especial para él...Incluso creo, que ella se convirtió en algo tan importante para él como un miembro de su familia.

Y ahora, Alexander Pearson tenía que sufrir las consecuencias de confiar en ella.

—Alex...

—Ella. Mintió—dice lentamente, remarcando cada palabra con la punta de su lengua—. Voy a cumplir mi promesa, eso fue lo que dijo—susurra para sus adentros—. Y como siempre...logró lo que quiso, porque así es ella, ¿No es cierto?—su voz era fría y siniestra, seguía mirando el frasco con sus ojos azules brillando con intensidad, se gira poco a poco dar conmigo—. Y como siempre...lo hizo sin importar a quienes pisaba en su camino.

Da una enorme zancada al frente, y los estantes de la habitación caen al suelo empujados por una ráfaga de aire. Yo retrocedo también por el viento, Alex me esquiva bruscamente y camina hasta el otro lado de la habitación.

—Tiene que haber una explicación—murmuro, tanto para él como para mí misma. En mi mente aún estaba la imagen de sus ojos completamente negros, sus manos empuñando la daga que atravesaba el corazón de Zack.

—¿Cuál?—exclama, alzando el frasco en mi dirección—. Está justo frente a nuestros ojos Sarah, Adelí nunca bebió el interruptor, nos engaño para que creyeramos que había perdido la humanidad—dice con reencor—. Para que no la culpáramos cuando matara a mi hermano.

—De todas formas, no creo que matar a Zack hubiese sido parte de su plan—trato de caminar en su dirección—. Tal vez sólo se le salió de las manos, como un accidente—me dolía estar hablando de la muerte de Zack como otro de los pecados sin impotancia para Adelí, tratando de hallar la forma de que mi ex mejor amiga no se viera del todo implicada en su muerte. Me sentía una traidora, se trataba de Zack, alguien que yo ya consideraba como parte de mi familia. Además, por más que yo repasara los hechos en mi mente, Adelí seguía siendo quien lo apuñalaba.

¿Un accidente?

Bueno, puede que el que Zack se enfrentara a Adelí fuera algo que nadie se esperaba, pero pudieron haber otras formas de detenerla.