Capítulo 32: Ella no es Sarah

1.6K 183 5
                                    

En una relación perfecta, cuando el hombre está a los pies de la chica de la que está seguro, será la mujer con la que pase el resto de su vida, no hay otra cosa que no desee escuchar más en la tierra que aquel sonido tan bello incluso para los dioses. Aquel sonido que significa lo imposible, aquello que le pertenece.

Su voz.

La melodía que quieres escuchar todas las mañanas, la palabras que te regresan a la realidad, la sintonía de tu felicidad, y el ritmo que marca tu vida.

Es increíble todo lo que puede cambiar en ti el escuchar la voz de la persona que amas.

Sin embargo, hay casos en los que la otra persona está tan consciente del efecto que causa aquello en el otro, que resulta ser tan inteligente como para abusar de ello. ¿Pero qué idiota le mostraría a su novia lo débil que es ante su voz?

Bueno, no tienes que hacerlo cuando tu novia tiene la habilidad de vivir en tu mente, cada minuto de cada día. Conocer todos tus secretos (Los cuales ya no existen si ella los sabe), temores y pensamientos. Algunos dirían que eso lo haría todo más fácil, pues no tendrían que hablar con el miedo de decir una estupidez.

Pero es en el momento en que ella habla a tu mente, el momento en que ella misma convierte lo más preciado para ti en lo que más te atormenta, en que escuchas la fría y aterradora voz de tu novia convirtiendo tu mente en una pesadilla, susurrandote las cosas más horribles que puedas escuchar, a lo largo de todo el día. Es en ese momento en que odias su voz.

Así que sólo queda una cosa por decirles a todos los chicos estúpidos enamorados que creen que todo esto es lo más fabuloso del mundo:

Jodanse.

—¡Alex cuidado!

El grito de mi hermana me hace regresar a la maldita realidad, el maldito infierno hacia el que estamos corriendo como si mi vida dependiera de ello. Aunque literalmente es así, pues la chica a la que amo está esperándonos junto a casi tres docenas de inocentes hipnotizados a punto de morir. Es gracioso que después de todo eso siga llamándole así, "El amor de mi vida".

Jodanse estúpidos mundanos con novias normales y vidas normales y problemas de pareja normales.

«Pareces una chica que anda con la menstruación».

Gruño para mis adentros mientras freno de golpe, y parpadeo cuando siento los brazos de Rihanna en mi estómago.

—¿Qué te sucede Alex?—me reprende, liberándome de su agarre protector.

¿De qué estás hablando? Eso es lo que hubiera dicho de no haber caído hasta ahora en la cuenta de que estaba corriendo hacia un acantilado.

Parpadeo observando el río a más de cien metros por debajo de nosotros. Doy un paso hacia atrás y me alejo lentamente de la orilla, no se supone que estaría aquí, yo estaba corriendo hacia Frezer's Pizza, ¿Por qué demonios estuve a punto de caer por un acantilado?

No tuve que pensarlo ni medio segundo más para saber la respuesta, y pasaron apenas dos segundos antes de escuchar su aturdidora risa en mi cabeza.

—¡Carajo, callate!—gruño.

—¿Qué?

Abro los ojos como platos y doy media vuelta para encarar a Rihanna, que ahora me mira con cara de pocos amigos.

«Esto es tan divertido...»

—Lo siento Ry, no era para ti...—aprieto mis labios y señalo mi cabeza, ella sólo frunce el ceño. Se veía mas molesta ahora—. Yo...necesito encontrar a Sarah antes de que me vuelva loco.

Demons| TC2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora