Alex Pearson
—¿Hay alguien ahí?...¡Hola!—golpeo una y otra vez la reja, haciendo eco por todo el lugar—. ¡Por si no lo recuerdan, somos vampiros y tenemos que alimentarnos!
—Yo digo que ya te escucharon—dice Sarah, y yo evito mirarla—. Pero por si tú no lo recuerdas, somos prisioneros no huéspedes, y esta es la guarida de una bruja milenaria, no un hotel para vampiros mimados.
—¿Insinuas que por vivir en una mansión no puedo soportar una noche en una celda mugrienta y con malas compañías?—me vuelvo hacia ella.
Está sentada en el suelo con las piernas estiradas y la espalda recargada en la pared. Tiene la misma posición que desde que (Literalmente) nos botaron aquí. Supongo que esa es su forma de decirme que no hará nada para ayudarme, y que sólo se sentará a observar, y a molestarme por supuesto.
—Así que crees que sólo estarás aquí por una noche—se ríe.
—O puede que menos, depende de cuanto me lleve sacarlos de aquí—le digo, bastante seguro de mis palabras.
—No puedo creer que de verdad creas que tienes posibilidades de salir de esta—dice—. Tsalia te quitará la humanidad, a ti y a la fascinada por tu "Mirada candente"—dice haciendo comillas con sus dedos.
Miro a Dalia, la otra selecta en la celda además de nosotros dos. Permanece sentada en el suelo con la cabeza recargada en la pared y una expresión de derrota.
—¿Quieres dejar de leerle la mente?, es incómodo incluso para mí.
—La verdad es que ya estoy acostumbrada a que todos sepan lo que pienso—se encoge de hombros, restándole importancia.
—No son todos boba, sólo los selectos pueden leer la mente—dice Sarah arremedando su voz—. Menos tú, claro, ya que ni para eso sirves.
Dalia me mira con los ojos muy abiertos.
—Te juro que yo no le dije—alzo las manos—. Ella vive en mi cabeza, no lo olvides.
Dalia inhala y suelta el aire bruscamente, luego se vuelve de nuevo hacia Sarah.
—Alex tiene razón, deja de espiar la mente de las personas, es muy grosero—le dice.
—Yo puedo hacer lo que me venga en gana—replica.
—Sólo te metes en la cabeza de otros para llamar la atención—dice a la defensiva—. No es mi culpa que ya a nadie le intereses.
—Lo único interesante que hay en tu mente es mi novio—contraataca Sarah, y medio segundo después su cabeza se golpea contra la pared—. ¡Oye!—se queja, y luego, una escarcha de hielo se esparce por el suelo hasta llegar a Dalia, que luego también grita.
—Muy bien, y la discusión acaba aquí—intervengo, y ambas guardan silencio, retándose con la mirada.
Sarah pone los ojos en blanco y vuelve a su posición de espectadora, Dalia la imita molesta y se vuelve en mi dirección, yo le dedico una sonrisa antes de volver a golpear las rejas.
—¡Oigan!—grito—. ¡¿A qué hora piensan sacarnos de aquí?!
—¿Te drogaste acaso?—insiste Sarah.
—Las drogas no causan ningún efecto en los vampiros—le recuerdo—. Eso ya lo sabes, tenías un libro que hablaba sobre eso.
—Pero hay pócimas de bruja que sí pueden hacerlo.
—De acuerdo Sarah, puede que esté bastante mal por todo lo que está sucediendo, pero no voy a recurrir a pociones extrañas de brujas para sentirme mejor—digo asqueado por la idea.
![](https://img.wattpad.com/cover/54443483-288-k781977.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Demons| TC2
Vampiros"Vivir para morir...Y vivir estando muerto" ¡Segundo Libro de The Creatures! Es necesario leer el primero para entender este. #2 en Inmortales 27/octubre/2019 #70 en Vampiros 21/Abril/2018 #146 en Vampiros 3/Noviembre/2017 Esta historia me pertenece...