Demons| TC2

Capítulo 17: Invencibles

Después de mil felicitaciones de parte de los chicos y varios insultos de Scord, James tuvo compasión por nosotros al darnos un "Descanso" de quince minutos para reponer fuerzas y volver a la acción. Algo irónico ya que como seres sobrenaturales, no importaban las batallas, jamás nos cansabamos. Al parecer, James se había convertido en nuestro líder e instructor sin el consentimiento de nadie, pero claro, nadie tenía el valor para contra decirle, digamos que probablemente no saldría con vida.

Debo admitir que el verlo así, tan controlador y maniático como es, me es recorfontante, saber que poco a poco, está volviendo a ser el mismo. Aquella persona en la que se había convertido gracias a Elízabeth, o al menos así lo había llamado Pryscilla, pues según ella, antes de que James conociera a Elízabeth Rose, él era una persona totalmente diferente. Una historia que definitivamente le pediré que me cuente otro día. Al fin y al cabo, tiempo es lo que nos sobra. Aunque, si tomamos en cuenta que Tsalia está detrás de nosotros, debemos utilizar ese tiempo para ver qué es lo que trama, sea lo que sea, hay que estar preparados.

Alex y yo estamos sentados sobre una roca, aún me encuentro entre sus brazos, acaricio su mano y observo su piel de porcelana, ahora sin ningún rastro del tatuaje que estaba enmarcado en ella. Como si nunca hubiese estado allí. La acerco a mis labios y deposito un beso suave, se siente tan bien estar así con Alex. Mi Alex.

Le siento sonreír, aquella estúpida sonrisa presumida que logró enamorarme. Pero antes de que diga nada siento que Monique se aproxima hacia nosotros.

-Ey Sarah, lamento lo de las ramas, sólo trataba de ayudar.

-No te preocupes-digo y le hago espacio para que se siente.

-Lograste sorprenderme prima-me da un empujón con su hombro-. Ahora ningún idiota puede acercarsenos, somos literalmente invencibles.

En ese momento siento que Alex se pone de pie, no me preocupo ni me vuelvo ya que logro sentir su tranquilidad. Seguramente se va a hablar con sus hermanos para dejarme a solas con mi prima.

Frunzo el ceño. Algo pasa, y él sabe de qué se trata.

Me sorprende su descaro, ahora que necesito respuestas ni siquiera se molesta en mirarme ni estar dentro de mi cabeza como todo el tiempo.

-Muy cierto-digo, manteniendo la vista clavada en la espalda de Alex, casí puedo escuchar su risita en mis oídos.

Alex puede ser el chico de mis sueños, pero también es un idiota que juega con mis emociones.

-¡Monique contra el mundo!-digo sin ánimo alguno, planeando mentalmente todas las maneras de vengarme de Alex.

-¡Sarah y Monique contra el mundo!-pasa su brazo sobre mis hombros y me apretuja contra ella.

Trato de dejar de prestarle atención a Alex porque sé que eso sólo hará que pierda el poco control que tengo en este momento de mis emociones, y rio junto a Monique. O al menos eso intento.

-¿Sabes?, no hemos tenido un tiempo entre primas desde hace un montón tiempo, desde que...-se queda pensando, pero no necesito que me diga, yo ya sé la respuesta, y vaya que tiene razón.

Si mis memorias humanas no me fallan, son contadas las ultimas veces que he estado con Monique; la primera en aquel centro comercial con el Vooker Taxista, y la otra en la Casa del Terror, (la cual no salió muy bien). Son recuerdos que me gustaría olvidar.

Aunque tal vez no lo del taxista, aquel fue un día interesante.

-Deberíamos tener un día, sólo tú y yo, ya sabes...para hablar y cosas así...-dice, trazando líneas en la tierra.