Al acabar de comer la lleve a su casa y yo fui a ver a Ethan. Tengo que estar al tanto de mi salud y más aún que tengo las pruebas. De nuevo la enfermera me dijo que lo esperara en la sala.
— ¿Qué te trae por aquí? —dijo al entrar.
— Revisiones. —se sienta en la silla.
— ¿Te volvieron a temblar?
— No. —comenzó a examinar las operaciones.
— Escuché que la semana que viene vendrán a hacer las pruebas, ¿irás a verlas?
— Sí. —hice una pausa— Y no sólo eso, también voy a participar.
— ¿Qué? —dice algo disgustado.
— K me metió. ¿Crees que estaré preparada?
— Espero que sí.
— ¿Cuándo son exactamente?
— El miércoles.
— Pero voy a hacer el mismo grado por lo tanto será fácil.
— Las primeras serán más de resistencia cardiovascular, por lo que tienes que entrenar en eso. Y la tercera... —piensa— A saber con que nos sorprenderán.
— No creo que sea algo que no haya hecho ya.
— Pero será algo que hayas hecho antes de esto. —pone su dedo en la operación. Hice una mueca.
— Voy a entrenar mucho.
— No te esfuerces tanto. —rodeé los ojos.
Tengo que entrenar duro para volver a la condición que tenía antes y si me supero, mucho mejor.
Al acabar la revisión, Ethan me dio el visto bueno y fui a casa de Alan. Entrando le vi en el sofá con el portátil, estaba muy concentrado.
— ¿Qué haces? —me tiré a su lado.
— Tuve una idea y se la dije a K.
— ¿Y cuál es? —dije mirando la pantalla. Estaba mirando un mapa.
— Estoy buscando una buena casa y esa será nuestra casa definitiva.
— ¿Nuestra? —le interrumpí.
— Claro. Y voy a montar cámaras y contrataremos uno o dos guardias para tener más seguridad. Pero nada que llamé mucho la atención.
— Suena bien.
— Suena muy bien. —dice entusiasmado.
— Voy a participar de nuevo en las pruebas.
— ¿Por qué? —frunce el ceño.
— Supongo que K quiere asegurarse de que estoy preparada para volver.
— ¿Y lo estas?
— Claro, ¿qué tonterías dices? —negué con la cabeza— Voy a prepararme para la misión. —me fui a la habitación.
— Yo sólo te pregunté.
— Y yo sólo te dije.
Me equipe con algo deportivo. Espero que sea una misión entretenida. Unos gritos me hicieron que escuchara tras la puerta.
— Alan, no puedes dejarme así.
— Tu pusiste la condición, no yo.
— Lo sé, fui una tonta, perdóname. —le suplica. Qué estúpida. Me asome para ver quien era. Reí dentro de mi al verla, era Barbara.
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¡Ups! Una vida menos
ActionDespués de la muerte de mis padres, deje de ver la vida de esa manera. Conocí a Alan, compañero en mis misiones y en el día a día. Comencé a ver lo que uno no pensaría que podría pasar en la vida real. Y así me hice fuerte. ¡Ups! Olvidé presentarme...