Las horas pasaban y ni Norton ni Louis no nos dijeron nada mas. Los dos estábamos esperando en el salón callados, mirando a la nada.
— ¡Por Dios! ¡Odio esperar! —dije con rabia.
— Te entiendo perfectamente. —dice Hudson tranquilo entrelazando sus dedos.
Otro gran silencio apareció hasta que sonó el móvil.
— ¿Cómo está?
— Le dieron una buena paliza pero está bien. Ahora estamos esperando a que despierte.
— ¿Hablarán con él?
— Sí, ahora todo depende de lo que él elija.
— ¡Tiene que elegir vivir! No creo que sea tan tonto.
— A primera hora llamen al trabajo, tómense el día libre. Necesitará que alguien lo pongo al día y que le explique algunas cosas.
— Vale. —colgó.
— ¿Eso significa que va a venir? —me pregunta Hudson.
— Sí.
— Entonces todo lo que tuvimos se acabó para siempre.
— Sí pero seguirás con nosotros, no te vas a ir a ningún lugar. —me senté a su lado y él me abrazó— Eres mi gran apoyo. Sin ti, te juro que no hubiese resistido. Eres un gran amigo, no quiero perderte.
— Ni yo a ti. —besa mi frente.
— Un día dijiste que estarás hasta que Alan y yo volvamos a estar juntos. Pues yo te ayudaré a que encuentres a otra chica. Una chica que te merezca y que no sea como la otra puta. Te lo prometo.
— ¿Le contarás a Alan sobre nosotros?
— Él no tiene que saber absolutamente todas las cosas. Además, él también se tiró a otras y aún no las maté. —sonreí.
— Aún. —ríe.
— No te irás a ningún lado y tampoco van a poder alejarte de mi. Y si lo hacen, te buscaré en el rincón mas oscuro del mundo. —hice una pequeña pausa— O tal vez... ¿Lamentas todo lo que has hecho conmigo?
— ¡No! ¿Cómo puedes decir eso? —me encogí de hombros— Nunca lo lamentaría. Y siento haberte echado la culpa por todo lo que paso.
— Está bien. —me acurruque en sus brazos.
Al poco tiempo los dos nos quedamos dormidos pero despertamos unas horas después.
— Vamos a cocinar algo, ya no me queda paciencia. —dije levantándome del sofá.
— Claro, a éstas horas todos tenemos ganas de cocinar. —dijo algo dormido.
— Tu hazme compañía, yo hago la comida.
— Eso suena mucho mejor. —sonríe y viene a la cocina.
— ¿Sabes que puedes hacer? Ir llamando a nuestros trabajos.
Hudson llamó y se inventó una escusa para los dos. Por primera vez dice una mentira creíble. Mientras seguía cocinando, me llegó un mensaje de Norton: "Despertó".
— Dijo que despertó. —dije contenta pero la sonrisa se me fue al instante.
— ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? —me mira Hudson preocupado.
— Estoy nerviosa. ¿Y si me odia? O tal vez me golpea con tan solo verme la cara. —dije moviéndome de un lado al otro de la cocina.
— Estate tranquila, todo va a estar bien. Seguramente prefiere darte un beso a golpearte en la cara. —ríe— Deja de ser tan paranoica.

ESTÁS LEYENDO
¡Ups! Una vida menos
ActionDespués de la muerte de mis padres, deje de ver la vida de esa manera. Conocí a Alan, compañero en mis misiones y en el día a día. Comencé a ver lo que uno no pensaría que podría pasar en la vida real. Y así me hice fuerte. ¡Ups! Olvidé presentarme...