— ¡Alan, despierta, no te rindas! —escuché de fondo en un eco.
— ¡Despierta coño! —grita otro— Uf, menos mal. —mi vista volvió pero estaba muy mareado.
— Llévense esto, ¿cómo te encuentras? —comenzo a quemarme el cuerpo.
— Mal. —dije ronco— Me quema.
— ¡Traigan la substancia!
Me inyectaron algo y parecía que me sentía mejor pero me quedé dormido.
Al despertar vi a Hudson sentado en una silla con los pies en alto.
— ¿Qué me pasó? —pregunte mientras me incorporaba en la cama.
— Pequeñas complicaciones. Tienes que inyectarte eso —señala a la mesilla donde había una caja con jeringas— cada vez que te sientas mal. Aún tienes lo que ellos te inyectaron dentro.
— Que puta mierda.
— Lo sé.
— ¿Llevas mucho tiempo aquí?
— Podríamos decir.
— ¿No tienes algo mas interesante que hacer?
— No bueno, siendo sincero, K me dio unas pequeñas vacaciones —hizo comillas con los dedos en las últimas palabras— para que estuviera vigilandote.
— Ya... —alargue— Todo esto te recuerda a ella, ¿es eso no? Porque sino no me explico como hayas aceptado eso.
— A lo mejor. —dice pensativo— ¿Quieres salir de aquí?
— ¡Claro! —dije obvio haciendo señas.
— Pero no pienses en ir en su busca. —me advierte con el dedo.
— ¿Yo? —me señale— No pensaba en eso. Pf, ¿qué tonterías dices?
— Eres muy malo mintiendo. —ríe— K envió tres equipos en su busca y aún no han encontrado nada. Si vas tu, ¿qué crees que pasara? —iba a decir algo pero no me dejo— Te lo diré yo: morirás. —se levanta— Voy a hablar con Hank.
— Lo que tu digas. —dije ofendido.
Dentro de unos minutos volvió.
— Ponte esto. —me tira la ropa— Nos vamos.
— ¿Es en serio o nos escabullimos?
— Es en serio. —rodea los ojos.
Me cambié de ropa y nos fuimos a comer. Mas bien le obligue a que lo hiciéramos. Después fuimos a mi casa. Y de Mad. Suspire. Al entrar en casa había papeles y libros por todos lados.
— ¿Qué está pasando aquí? —dije confuso.
— Hola, Alan. —dice Thomas saliendo de entre los libros.
— Hola, ¿qué es todo esto? —señalé a mi alrededor.
— Estoy estudiando. —se rasca la cabeza.
— Mas bien estás perdiendo el tiempo. —dice Hudson tirándose encima de los libros que habían en el sofá.
— ¿Por qué aún vives aquí?
— Eh... —piensa— Estoy mejor aquí que en casa.
— Debería sacarte a patadas por haberme colgado la llamada. —me acerqué a él mientras hablaba. Se cubrió con un libro— No te servirá de mucho. —se lo quité de la mano y lo tiré al suelo.
— Perdón. —levanta las manos— Me dijeron que no te dijera nada.
— Ya hablaremos de esto mas tarde. —achine los ojos.
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¡Ups! Una vida menos
ActionDespués de la muerte de mis padres, deje de ver la vida de esa manera. Conocí a Alan, compañero en mis misiones y en el día a día. Comencé a ver lo que uno no pensaría que podría pasar en la vida real. Y así me hice fuerte. ¡Ups! Olvidé presentarme...