— Mad, despierta. —me sacudían. De un salto me levanté.
— ¿Le pasó algo?
— No, acaba de llamar K, tienes reunión. —se sienta Ethan a mi lado y me entrega el móvil.
— ¿Algún avance? —me incorpore.
— Intentamos algunas sustancias así que quedan menos. Es un avance, ¿no?
— Supongo. Bueno, iré a la reunión pero si hay algo nuevo me avisas.
— Mi turno acabó pero se lo diré al que me sigue. —asentí y me fui pero volví.
— ¿Me llevas al refugio?
— Claro. —sonríe.
Una vez llegada, fui a la sala de reuniones. Visualice a Hudson, me hizo una seña para que vaya junto a él.
— ¿Cómo está? —me pregunta.
— Más muerto que nunca.
— Y tu, ¿cómo estás?
— Bien. —dije seca.
— Él te queria, ¿sabes?
— Lo sé.
La sala se llenaba cada vez más. Cuándo supuestamente estábamos todos, K habló.
— Bueno chicos, en ésta última misión murieron muchos de los nuestros y otros están gravemente heridos. Estuvieron con nosotros desde hace muchos años, unos menos pero resaltaron en lo que hacían, cada uno con sus especialidades. Murieron protegiendo a hombres, mujeres y niños sólo para la paz de este mundo, sin esperar nada a cambio. Solo a nosotros nos queda recordarlos como integrantes de éste bando porque fueron nuestros compañeros en las misiones y estuvieron ahí cuando mas los necesitábamos. Y ahora sus días han terminado.
No podía escuchar más. Me hice paso entre todos y salí de ahí. Tomé las llaves del coche de Alan y volví al hospital.
— ¿Cómo van? —le dije a Hank. Él era el mejor médico del bando.
— Vamos avanzando pero él cada vez empeora. —dice mientras mezclaba algunos liquidos.
— Haz todo lo que puedas. —me di la vuelta para irme.
— ¿Qué harás? —me mira.
— Algo que tuve que hacer hace mucho tiempo. —Todo esto es por mi culpa.
Alan
Sentía un ardor por todo mi cuerpo. Intentaba abrir los ojos pero me costaba mucho igual que respirar. Empecé a desesperarme, me movía como un loco. Me golpeé en la cabeza con el cristal de la incubadora.
— ¡Ah! —me toqué la cabeza. Hasta la mano me dolió por haberla levantado.
— ¡Despertó! —dijo Ethan— Llama a Hank. —le dice a la enfermera y ella va en su busca.
— ¿Qué está pasando?
— Tranquilo, ahora te lo explicaremos todo. —llevaba un traje que le cubría todo. ¿Qué me acaba de pasar? Abrió la incubadora— No hagas movimientos bruscos, vas a marearte. —Tarde. Me ayuda a sentarme.
— ¿Qué me pasó?
— Te inyectaron algo y te quedaste inconsciente por un tiempo hasta que dimos con la cura.
— ¿Cuándo tiempo llevo así?
— Un mes.
— ¡Un mes! —dije sorprendido.
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¡Ups! Una vida menos
AksiDespués de la muerte de mis padres, deje de ver la vida de esa manera. Conocí a Alan, compañero en mis misiones y en el día a día. Comencé a ver lo que uno no pensaría que podría pasar en la vida real. Y así me hice fuerte. ¡Ups! Olvidé presentarme...