Uf, me dejé llevar demasiado. Menos mal que pude irme. Me tumbe al lado de Ace.
— ¿A dónde fuiste, amor? —se da la vuelta y me abraza.
— A por un vaso de agua. —le abrace.
— ¿Y dónde está el vaso? —mira la mesilla.
— Bebí el agua abajo.
— ¿Estás bien? —me mira raro.
— Sí. —le besé y él me corresponde al beso.
Alan
Se levantó y se fue. Dejándome con tantas ganas de hacerle muchas cosas. Aún sentía su dedo recorrer mis labios. Lo mordí. Eso significa que aún siente algo por mí o me tiene ganas. Me levanté y fui a mí habitación. Me puse a dormir.
A la mañana siguiente me desperté con una erección. Tuve un sueño erótico con Mad. Que tiempos aquellos en los que hacíamos de todo. Me levanté de la cama y fui al baño a prepararme. Al acabar y salir de la habitación, vi a Ace ir hacia la cocina. Sin pensarlo, entre en su habitación, Mad estaba en el baño. Entré.
— ¿Qué estas haciendo? —dice ella mientras se lava los dientes.
— Nada. —me acerqué a ella por detrás— O mejor dicho, nada malo. —pegué mi cuerpo al suyo. Se echa hacia delante para escupir y limpiarse con agua— Mucho mejor. —puse mis manos en sus muslos.
— Para. —se endereza.
— ¿Seguro quieres eso?
Le eché el pelo del hombro hacia un lado. Ella arquea una ceja. Comencé a besarle el cuello. Inclina un poco la cabeza hacia un lado. Eso es que le gusta.
— Ya. —se aleja de mí— Te dije que pararas. —me advierte con el dedo y se va.
Baje al salón y me puse a ver la televisión mientras Ace preparaba algo para comer. De vez en cuando miraba a Mad y le hacia algún gesto sexual. En un momento llamó a Ace a la habitación y no volvieron hasta que la comida estuviera lista. Mientras estábamos en la mesa, alguien toca a la puerta. Fui a abrirla.
— ¿Qué pasa, tío? —me saluda Hudson.
— ¿Qué te trae por aquí? —le deje pasar.
— Tenemos misión. —se frota las manos.
— ¿Ahora? —dice Mad disgustada.
— Sí pero tenemos tiempo, terminen de comer. —se sienta él también en la mesa y nos mira muy insistente.
— ¿Quieres comer? —dice Ace mostrándole una falsa sonrisa.
— Que amable, si insistes pues sí, quiero. —sonríe mostrando sus dientes— Vosotros dos —nos señala con el dedo a Mad y a mí— tenéis que aprender de él.
— Cállate, estás en nuestra casa. No me hagas sacarte de una patada. —dice Mad.
— Tan temprano y con esas hostilidades. —niega con la cabeza— Eso no es bueno para la salud.
— Hudson... —alargue.
— ¿Qué? —dice él inocente.
— Vas por muy mal camino, sólo te advierto.
— Vale, vale. —levanta las manos.
Al acabar de comer fuimos los tres a la misión. Ace es del Sector E por eso no hace las misiones con nosotros. Los que están en ese sector son los misioneros, los que se van a otro país para hacer las misiones. En la misión teníamos que atrapar a 4 personas de otro bando. Al llegar al lugar, vi a uno irse por un pasillo. Le seguí. Al parecer me vio venir porque lo primero que hizo fue darme un puñetazo. Sin pensarlo le dispare.
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¡Ups! Una vida menos
AzioneDespués de la muerte de mis padres, deje de ver la vida de esa manera. Conocí a Alan, compañero en mis misiones y en el día a día. Comencé a ver lo que uno no pensaría que podría pasar en la vida real. Y así me hice fuerte. ¡Ups! Olvidé presentarme...