Creer que alguien puede significar tanto para ti a tal punto de permanecer en tu mente por siempre es impensable, insospechable e incoherente en esta sociedad llena de tragedias.
Fue el mejor tiempo. . .
Algo que nunca me he explicado es como funciona esta sociedad, ante los ojos de las escuelas y las personas un beso esta mal, pero las agresiones verbales están bien.
Desde cuando les dimos tanto poder a las terceras personas para juzgar nuestros actos. Un beso, una caricia, un te amo y las locuras que conllevan a ello, estaban mal.
Olvidamos tantos amores por el que dirán, cerramos amores y juramos perdón.
Y si digo esto no es por el hecho de haber sido llevado a la dirección por ello, era por la manera en que la gente juzga el amor, los actos de compasión y la caridad, la disfraza y crítica.
Quiero que entiendas que el defecto no esta en otras personas, empieza contigo mismo antes de poder cambiar el mundo.
"No tienes derecho a juzgar"
No importa la acción, motivo, razón o circunstancias. Yo creo que en esta vida nadie es perfecto y que todos cometemos errores, pero no puedes permitir que un error ajeno se convierta en tu error.
Aquellos que juzgan a los homosexuales, drogadictos y ateos. Simplemente no los entiendo.
¿Te molestan los gays? No te cases con uno.
¿Te molesta el abortó? No abortes.
¿Te molestan las drogas? No las consumas.
Pero jamas juzgues a las personas por sus acciones, son sus vidas y no puedes hacer nada por cambiar eso.
Por cierto ¿te comente que me llevaron a la dirección por un simple beso?
Recuerdo muy bien aquel día, era de mañana y era nuestro segundo día de novios.
Ahora eran distintas nuestras conversaciones, ya no era la retrospectiva de dos mundos, ahora era la colisión de dos universos y mezcla perfecta.
Ebelin a veces tomaba la iniciativa llevándome a mi salón. Para mi era algo muy hermoso el hecho de acompañarme, entre la platica sonó la campana y ella tenia que irse a su salón, Samanta la acompañaba.
-oye, sabes hoy aprendí un truco de magia — comente a Ebelin.
-¿a si y cual es? — me respondió incrédula.
-puedo besar el universo y te lo puedo mostrar.
-no te creo, mentiroso — sonrió Ebelin dándome un pequeño golpe en el pecho.
-claro que si, mira solo tienes que seguir mis pasos.
-okey — dijo escéptica.
-cierra los ojos.
-okey — me hizo caso y lo hizo
-pon tus manos de frente.
-¿aja?
-¿lista?
-si.
Tome la cadera de Ebelin y bese sus labios por tan solo 5 segundos terrestres. Cuando yo abrí los ojos me encontré con la sorpresa de ver a Ebelin toda sonrojada.
-¡mayo! — exclamó Ebelin ante mi imprudencia.
Por unos momentos pensé que se molestaría.
-ya vayámonos — habló Samanta.