18 de octubre del año en curso.
Ya han pasado 3 años desde la última vez que vi a Ebelin, casi siempre miro a la Luna pensando en ella.
Tal vez son los recuerdos o el humo del cigarro lo que me recuerda a ella, necesito un poco de calor en mis labios, lamento tanto que sólo sus labios puedan saciar esta necesidad.
Antes de que puedas reprocharme algo como. ¿y por que no la buscas? Y ¿todo para esto? Deja que te expliqué.
Tras los rumores de Erick acerca de mi persona y los mal entendidos de terceras personas, quede ante mucho como alguien de mala reputación, no es que tuviera una o que me importará mucho lo que pensarán de mi, pero no sólo era yo.
Por alguna u otra razón a Ebelin la relacionaban con todo acerca de mi, así que más que hacerme daño a mi le hacían daño a Ebelin. A mi lado jamás pudieron recitar lo que gritaban a mis espaldas, no pudieron hacerle daño a Ebelin, sólo que había un inconveniente, yo ya no estaría ahí para cuidarla.
Entonces ¿cómo podría protegerla? Rondaron varias ideas por mi cabeza, una tras otra, pero posiblemente la peor que pude pensar hice.
A la semana hablé con Erick y le pedí protegerla a cambio de alejarme de ella, sólo de esa manera disolveria las mentiras que creó o al menos aquellas que involucraban a Ebelin.
Ahora ya no había vuelta atrás, supongo, ella dejó de buscarme y yo seguí forjando un futuro a la idea que si algún día el destino quisiera reunirnos, tendría al menos algo que ofrecerle como mi promesa.
Mirame ahora, yo hablando de destino.
Durante estos 3 años opte por estudiar e investigar, más aya de lo escrito. Yo no podría llamarlo sacrificio, más bien fue un intercambio equivalente, di mi ingenuidad e ignorancia por sabiduría y creatividad, cambié de una manera tan drástica que a mi mismo me costó entender. Deje de salir a tomar por una taza de café mirando el cielo, cambié las discusiones por acciones.
No lo llamaría madurar, más bien fue progresar, por que jamás borre la sonrisa de mi rostro, más no obstante que sonriera no significaba que estaba bien, a veces sólo sonríes y caminas entre las calles con unos audífonos colgando y tu celular en la bolsa, observando a miles de personas corriendo por la lluvia.
¿dónde quedó su amor por la lluvia que tanto posteaban?
Supongo que sólo pueden amar algo si no les hace daño, o simplemente lo suyo son puras palabras sin sentido.
Teóricamente si amas algo tienes que luchar por ello, o esa era la idea, lamentablemente a la fecha actual estamos en el momento que es más fácil para las personas reemplazar que luchar por alguien.
1, 2, 4, 16. Podría haber jurado que aquella tarde vi a más de 100 personas correr entre el parque buscando refugió, tal vez eso me hace extraño ante sus ojos, subir el gorro de mi sudadera y fumar mientras todos corren, supongo que es por esto que no me quedaron ganas de buscar alguien que ocupará su lugar.
Todos gritan ser diferentes ¿pero en realidad lo son? ¿En realidad sirve de algo expresar a todos lo que intentas ser? Supongo que no.
Lo último de aquella tarde fue poco conservado en mi mente, simplemente camine mojado entre las calles, llegando a mi apartamento que rentaba entre un amigo y yo, su nombre era August y aun que al inicio chocaban nuestras personalidades, con el tiempo supimos manejarlo de la mejor manera, tu no te metias conmigo ni yo contigo y eso era todo.
-¿Vas a cenar? -preguntó August.
-No -respondí y me dirigí a mi habitación.
Poco tiempo era el que tenía libre, entre prácticas, trabajo y clases fue como empecé a ocupar mi tiempo.
