Helena logro terminar el recital magníficamente, y al finalizar nuestra familia le lanzó porras y aplausos a mi niña, fue tan gracioso ver al resto de las familias observando la euforia con la que apoyabamos a mi hija.
Cuando Helena bajó del telón corrió a mis brazos;
-¿te gustó papá, te gustó?
-Nos fascinó a todos -respondí.
-esa es mi nieta. -habló mi papá
-nuestra nieta -interrumpió mi mamá.
-me encantó cómo te arreglaste el cabello y ese leotardo te queda hermoso mi niña -habló mi Hermana.
-Gracias tía ¿y tu tío te gustó? -preguntó mi hija a su tío Rodrigo.
-pues he visto mejores -respondió
-¿en serio? -preguntó Helena un poco triste con tal respuesta.
-Es broma, lo hiciste genial. -respondió Rodrigo.
-¡Bien! Entonces supongo que hay que ir a celebrar -exclamó mi papá.
-si, si ,si, vamos a comer, por Helado, etc. . . -hablaron toda nuestra familia.
Entonces nos decidimos por ir a comer al lugar favorito de Helena, era un lugar donde se podía comer carpa y había pasto para jugar al aire libre, mi niña se comió 2 pescados, mientras que algunos comían otros armaban las porterías y algunos más sacaban sus consolas de vídeojuegos. Para finalizar la tarde hicimos una fogata y ya para la caída de la noche quemamos bombones y contamos historias de terror, a pesar de tener sólo 4 años Helena era muy valiente y le encantaban las historias de terror, claro que en ese momento estaba sintiendo pánico pues la estaba curando de las raspaduras que tuvo por andar jugando fútbol.
Al finalizar todos seguimos nuestros caminos, mis padres se los llevó mi hermana y mis primos y abuelitos se fueron juntos, solamente quedaba mi hermano conmigo, el amablemente nos llevó a casa, yo estaba del lado del copiloto y de la parte de atrás sobre el asiento estaba dormida Helena.
-gracias por traernos -le dije a mi hermano.
-se esforzó mucho, está exhausta.
-no sólo eso, se le crearon callos en los pies y los raspones y moretones en las piernas los tuve que maquillar para que no se notarán.
-solo tiene 4 años.
-lo sé, es muy dedicada, me recuerda a su mamá.
-pues a mi me recuerda más a tí -me contradijo mi hermano -nunca te das por vencido, de todas las ocasiones en las que tú participaste en algo, nunca te gustó rendirte, claro ejemplo esta en la relación que tenías con su madre ¿a quien se le ocurre hacer semejantes cosas por alguien? Yo hubiera buscado por otra parte.
Ambos callamos un raro, luego mi hermano retomó la palabra.
-¿puedo hacerte una pregunta? ¿por qué decidiste pasar por todo esto? Los franceses o italianos te ofrecieron un trabajo con ellos ¿por qué no lo quisiste? Si lo hubieses hecho Helena estaría en las mejores escuelas, tendrías un gran auto y una casa más grande aún de la que ya tienes. ¿por qué? ¿Qué quieres probar con todo esto?.
-es distinta tu definición de "lo mejor para Helena" de la que yo tengo.
-¿no por eso estudiaste? Tu hablabas de tener algo que darle a tu familia. Tu no eres un florista, eres un psicólogo y deberías de estar trabajando en esa universidad ¿Qué haces aquí perdiendo el tiempo?
Después de unos minutos mi hermano se calmó.
-¿más tranquilo? -pregunté -¿ves a la hermosa niña que está en el asiento de allá atrás?
