A la mañana del día siguiente iniciamos el año con toda la actitud, desperté en un cuarto donde durmieron todos mis tíos y me levanté con ánimos de tomar esto como un nuevo año. Mi hija Helena se quedó a dormir con mi mamá, ella dice que le recuerda a mi de pequeño pero más linda. Al abrir la puerta encontré toda la basura que dejamos todos el día de ayer e instantáneamente quise volver a dormir pero mi abuelito logro verme, Dios mío como madruga mi abuelito 7 am y yo solo quería un vaso con agua.
-oh, el primer valiente. -dijo mi abuelito.
-hola papá chago.
-hola mijo, madrugaste.
-¿te ayudo?
-por ahí están las bolsas.
No necesito hacer yoga o practicar acupuntura para sentir relajación, a veces sólo necesito una escoba, una bolsa y a mi abuelito para sentir tranquilidad.
-sin querer escuche su plática de anoche mijo. -habló mi abuelito.
-si, pero creo que ya estoy listo para encaminar está nueva aventura.
-uno ya nace listo hijo, pero la vida te da maña para volver algo ordinario en extraordinario. -sonrió mi abuelo. -la escoba son los valores, la basura es la ignorancia y la bolsa es la orientación de un padre. Tienes que eliminar la basura. Por qué ¿qué te gusta? ¿un piso lleno de basura o un piso limpio?.
Los mejores consejos, diría yo. Tan buenos consejos que sin darnos cuenta limpiamos toda la sala y a los pocos minutos despertaron mis tíos, sospechosamente justo cuando acabamos de limpiar.
-hola, madrugaron -dijo mi tío Pablo.
Y mientras hablaba mi tío Pablo yo solo pensaba; pobre incauto.
-te tocan las bolsas -hablamos los dos.
12:00 pm El recalentado.
-no hables tan fuerte, me duele la cabeza
La frase más utilizada al día siguiente, y como no lo iban a hacer, si calculé que se tomaron 3 botellas de vino 2 cartones de cervezas, 2 tequilas y 4 litros de pulque. Si bueno, nuestra familia celebraba a lo grande cuando nos reunimos todos, pero eso no los exenta del dolor de cabeza y la sequedad en sus labios.
-ah pero ayer no querían acostarse cabrones. -dijo mi abuelita.
-ya mamá - habló mi tío Víctor.
-nada de ya, a ver quien va ser el valiente que limpie el baño.
-nosotros ya limpiamos el patio, eso ya les toca a ustedes -hablé.
-ah no se vale, tu no tomaste -dijo mi tío Pablo.
-tampoco vomité el baño. -respondí.
-quien sea pero cuando acabemos de comer -habló mi mamá.
Por cierto ¿recuerdan que les dije que Helena se quedó a dormir con ella? Pues Helena estaba con un almohadazo en la cabeza que parecía que ella también había tomado. Para aquellos que no sepan, un almohadazo es cuando te acuestas a dormir y al despertar tu cabello se queda enreda tanto que se ve totalmente des arreglado.
-mamá ¿quieres que cargue a Helena?
-hay si corazón, siento que me duele todo el cuerpo.
-Ou miren como se soba sus ojitos Helena -interrumpió mi prima Mari.
Y claro, no se hizo esperar el ows o el ahh tan tierno. En pocas palabras, no había acción que no les parecerá tierna y dulce que Helena hiciera. Ojalá pensarán lo mismo a la hora de cambiar el pañal. Claro no podía decir eso, estábamos comiendo y lo sentiría repulsivo en ese momento, lo que también sentí fue mi bolsa vibrando, era mi celular con un mensaje, digamos, peculiar.
-tienes que pasar por tu cheque
de liquidación, perdón.Bueno, eso no me lo esperaba, Tyrone y yo éramos como el salva vidas de esa compañía, bueno ahora sólo tendrían un salva vidas.
-sin celulares en la mesa. -dijo mi papá.
-si permiteme papá, sólo tengo que hacer una llamada. -dije.
-trae, yo la sostengo. -dijo mi hermana.
No soy el tipo de personas que reclama tanto por algo, pero si fue algo peculiar e intrigante el hecho de correr a un personal sólo con un mensaje, al menos quería una llamada.
-¿hola, Tyrone?
-hey, que pasá Mario,
felíz año nuevo-pues ni tan feliz, acabas de correr me.
-no te lo tomes a mal, eras tú
o toda la línea productiva ¿qué harías tú?-oye no lo sé, ya no tengo trabajo y Tu si ¿Tu que crees?
-no lo tomes personal Mario,
al menos logré que te dieran tu liquidación con todo y la bonificación de los años que trabajaste aquí. Eso será suficiente para que puedas salir adelante por un tiempo.-mmm bueno, pues que más puedo hacer, gracias Tyrone.
Yo creí que seria difícil el explicar esto a mi familia, ya saben, sólo, con una hija, sin empleo. Para mi sorpresa al girar encontré a toda mi familia atenta y callada, como si esperarán a que hablará.
-lo oímos todos mi hijo -dijo mi abuelo.
Cuando dijo eso mi abuelo, esperaba un gran regaño, una amonestación o una llamada de atención. Después de todo había visto que la mayoría de personas actúan de esta manera después de perder su trabajo.
-¡excelente! -habló mi tía Natali.
-de esto estábamos hablando -comentó mi tío Víctor.
-perdon, no los entiendo. -respondí.
-de esto te estábamos hablando ayer -dijo mi tía Alison. -un nuevo inicio, una nueva actitud, un nuevo trabajo.
Bueno el escuchar todo esto no me hacía sentir mejor, de hecho me hacía sentir peculiar, como si ellos vieran esto como cosa de nada y pues yo lo tomé como un presagio del destino, hasta que mi abuelito habló.
-hey mijo, borra esas ideas malas de tu mente, las cosas pasan por algo y cuando entiendas esto, agradecerás el momento que te despidieron de esa empresa.
recuerdo haber pensado, "hay abuelito" pero bueno, yo ya no podía hacer nada, y ahora vendría toda una serie de eventos para conseguir un nuevo trabajo ¿y saben que? Tuvo razón mi abuelito.
"Las cosas pasan por algo"