Luego del la lección de vida continuamos como si nada, Helena me ayudó a recoger unas piedras mientras yo aplicaba el fertilizante al árbol y limpiaba la lápida.
-como te extraño -pensaba mientras lavaba la lápida.
Helena me devolvió a la realidad trayendo las pequeñas piedritas que le pedí, con ellas juntos escribimos Mamá justo en frente de la lápida que era una piedra en frente del durazno.
-para la mujer más bella y amada -dije.
"Juntos por siempre" era lo que estaba escrito en la lápida.
-mi amor, te presento a tu mamá. Ebelin. -dije.
-¿mamá? -dijo Helena.
-si mamá
Helena corrió después de escuchar eso, incluso para mi era sorpresivo creí que simplemente no lo entendería pero no que lo negaría, bueno después de todo ¿como ella sabría que si era su mamá y no le mentía?
-perdonala ella aún no lo comprende, supongo que te falle al no explicarle mejor de tí. -baje la mirada.
-mamá -habló de nuevo Helena.
Yo levanté la mirada y noté que sólo fue por la rosa que había cargado, Helena la tomó y la puso frente a la lápida, arriba de la palabra mamá, lo siguiente me quebró el corazón, era su mera imágen, podía ver a Ebelin reflejada en Helena.
-mamá -gritó tiernamente mientras corría al árbol a abrazarlo.
¿como sabía que eso representaba el árbol? Fue tan fuerte su abrazo que cayó un durazno de la planta, el único durazno que tenía pues aún era muy pequeño el árbol.
-Ebelin, te presento a tu hija Helena. Helena Cano Guarnero.
Y mientras Helena jugaba con su mamá, si podemos decir que así fue pues Helena juntó hojas secas y las ponía al rededor de Ebe o bueno el árbol y tocaba sus ramas, yo colocaba en el árbol de adelante una hamaca para poder recostar a Helena y de la mochila sacaba una almohada y un pequeño cobertor para que ella se pudiera recostar.
-¿lista para otra historia mi amor? -hable. -deja un momento a mamá, esta historia será diferente.
helena vino donde yo estaba y la acomode en la hamaca para que se recostará, sería una historia larga así que si le ganaba el sueño caería sobre blandito, luego puse el reproductor de música y busque una canción de León Larregui llamada locos.
Junto al árbol me senté mirando a Helena, con una rama caída de algún árbol seco la impulsaba para mecer la hamaca.
-había una vez en algún momento de la historia, en algún punto del mundo, una hermosa mujer con los ojos más cristalinos del planeta, una sonrisa rompe corazones y unos labios esculpidos a mano. Pudo ser el destino o el aleteo de una mariposa el que uniera nuestros destinos y la hiciera mi esposa, revolucionaria y ambiciosa, siempre siguió sus ideales y no tomó caso de otras personas, idealista e ingenua, lloraba cuando tenía que llorar y reía cuando algo le causaba gracia, de ella le escribo con seis letras y no sólo habló de falacias. Incorregible en sus actos, misteriosa para tantos, siempre fue libre y lo demostró a los esclavos, esclavos materialistas que de seguir al lobo no se cansan, siempre como ovejas de sus sueños no hablan, siempre retando al mundo, siempre dudosa, nunca tembló de expresar sus cosas. Y es que en un mundo de ciegos el vigía es un extraño, habla con la verdad y todos te verán como si hubieras hecho algo malo, razonar esto no cuesta tanto trabajo, son contados los días en los cuales uno tropieza con un ser tan extraño, hermosa por fuera como por dentro sus latidos un poema y voz, el mismísimo cielo. -suspiré -se encontró con un vago soñador, fanatico de la vida como de los cuentos, con poco autoestima pero curiosidad hasta los huesos, evolutivo y controversial, no hacía daño el preguntar ¿por qué la vida los junto a estos (A) normales? Te sorprenderá la respuesta, ellos curaban sus males. Constructo y cimientos con las mismas ideas por dentro, no era tan raro ahora verlo, que era posible que se encontrarán en otro momento. -reí
Helena mostró atención y una que otra sonrisa, a ella le encantaba la forma en la que rimaba al inicio de cada historia, parecía que estuviera cantando, pero más que cantar estaba citando. creo que era suficiente mención para un cuento.
-ella me cautivo con su mirada -hable
me di otro momento para perderme entre la historia y toque el cuerpo del árbol con mis dedos.
-siempre quisiste que tuviéramos algo así no? -pensé.
Ahora era muy triste que tuviéramos todo, pero tu ya no estabas para verlo, todo lo que alguna vez soñamos estaba ahora frente a nosotros y sólo me acompaña tu recuerdo, espero que ella esté en el cielo y pueda vernos. Que me bendiga con una sonrisa y que siempre este atenta de su hija
-mamá. -volvió a hablar Helena.
Ver a Helena acostada en la hamaca en el mismo bosque donde nos casamos, junto a su madre. . . Fue inevitable soltar una que otra lágrima de melancolía y felicidad.
-Mi amor, esta es la historia de tu madre y yo. La historia más linda que jamás pude escribir
Pasamos toda una tarde en el bosque, hablándole a Helena sobre cómo conocí a su madre, como ella me iba a ver jugar y cada locura que hicimos juntos, nombrando el típico año después que tuvimos en más de una ocasión. suena como una burla del destino en la cual no decidíamos estar juntos y cuando lo decidimos pues simplemente ya no se pudo, asar del destino y cruel broma del universo. . . No no lo creo, cada quien tiene la opción de decidir y no culparé a otra persona de mi error. Nunca debí dudar, así que te dejo mi deseo más fuerte a ti que estás leyendo este libro.
"Nunca dudes de ti, las oportunidades son una vez y no llegarán solas."
Gracias por todo Ebelin, gracias por escribir esta historia conmigo y pensar que todo empezó con una bolsa de papas.