C 30 bienvenida

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Trataré de omitir los momentos tristes, un recuerdo es más feliz si se escribe con sonrisas que con lágrimas, agradezco a Ebelin todo lo que hizo por nosotros y aún que se allá despedido su recuerdo sigue presente.

Hoy festejamos el tercer mes de vida de mi princesa, soy un papá inexperto pero tampoco quiero perderme sus años de vida, es que tan sólo observen ¿como no amarla? Tan pequeña y tierna como una semilla, claro que a veces ignoro el hecho de preocuparme cuando sus tíos nos visitan, ellos han estado tan atentos a ella. quien diría que probablemente no necesitaríamos comprar nada, la han llenado de muchos regalos, biberones, chupetes, ropita. Claro en este último mi madre y mi hermana se han obsesionado, le han comprado 300 prendas y zapatitos que combinan, es el problema de ser la primera nieta y sobrina.

El primero en llegar fue Eder, el creyendo que sería niño le compró unos guantes de boxeo, oh sorpresa que se dio cuando se encontró a una niña, aun que esto último no cambio, tomó su regalo y lo cambió pero sólo de color. August nos visitó con ya una sorpresa, una linda mujer que lo acompañaba y al parecer un vientre lleno.

-¡August! ¿Qué milagro? No te he visto cerca estos años.

-viejo amigo, yo no pierdo el tiempo.

-veo que han cambiado muchas cosas en tu vida -señale con la vista a su acompañante.

-oh es cierto, disculpa. -acercó a su compañera y nos presentó -Mario te presento a Corrina, mi esposa.

-espero una buena excusa para no habernos invitado a la boda. Un gusto Corrina, mi nombre es Mario, amigo de tu esposo. Nos conocimos en el trabajo ¿no pareces de aquí?.

-eso es por que no soy de aquí, señor Mario. -respondió Corrina.

-si, ella es de Rusia, le hablé tanto de México que decidió venir a este país y conseguir la nacionalidad. -respondió August.

-oh, muy bien, ya decía que algo era muy peculiar en ti.

-¿lo dice por mi tes de piel claro o mi amplía estatura?

Es cierto que Corrina era una mujer muy alta de aproximadamente 1.89 o más, su cabello era rubio y tenía una mirada muy fría color azul, delgada supongo, a pesar de su vientre y rasgos muy definidos.

-me refería a tu acento. -respondí

-claro -sonrió August. -es muy protectora de los derechos de la mujer y no cree en las uniones de la sociedad por lo cual optamos por no casarnos ni firmar algún papel.

-oh oh, entiendo. Pues supongo que tengo que presentarme formalmente.

-No - interrumpió Corrina - August no para de hablar de la locura que hicieron hace ya unos ayeres -suspiró - lamento mucho lo de tu esposa ¿podemos ver a tu hija?.

-adelante.

Respondí llevándolos a la habitación de mi hija. Arropada de blanco y como siempre mi madre en el cuarto observando que estuviera bien. Corrina la cargó brillando sus ojos y mostrando ese sentido que tienen las madres de protección.

-parece que no es tan ruda -hablé con August.

-No, no lo es.

HelenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora