Día 1 (de un nuevo inicio)
Deje correr el primer día de desempleo, al menos quería pasar más tiempo con Helena, mi niña ya estaba tan grande y me estaba perdiendo su vida por concentrarme en el trabajo.
Mi madre y mi hermana ya la habían malcriado, ahora le gustaba tanto que la abrazara.
-ya estas muy gordita amor -sonreí -sabes me acabas de recordar a tu mami, ella se ponía como loca si le decía que estaba gordita, se que ya no podrás aplicar este consejo, creo. Pero tu mamá siempre tiene la razón.
Tomé a Helena entre mis brazos y la cargue para llevarla a la cocina, la puse en una silla que chucho nos regaló.
-sabes amor, ya tiene tiempo que Chema y chucho no nos visitan, que te parece si vamos a verlos, por hay aprovechamos para desearles un feliz año nuevo.
Helena sólo gritó y levantó sus manos felíz.
-lo tomaré como un si, ¿café? -le pregunté a Helena. Pero Helena se me quedó mirando mientras se le caía un poco de babita. -mejor leche.
Así que me dirigí a la alacena para buscar la leche de su nodriza y unos granos de café mientras pensaba; "ojalá siga así de llena la despensa la próxima semana". Puse la leche en una olla para calentarla y el café en una máquina. A Helena le gustaba el olor de café cuando se preparaba, lo sé por qué babeaba un poquito y empezaba a morder la mesita.
-corazón, te vas a hacer daño, aún no te nacen dientes. Mejor ven para acá.
La cargué y la acerqué a la cafetera, sólo para que pudiera oler mejor el café. Se veía tan linda cuando cerraba sus ojos y levantaba su nariz para oler.
-haces muchas cosas para tu edad corazón, la mayoría de los bebés sólo lloran y se quedan mirando a la nada.
Me habían dicho que la leche no se tardaba tanto en calentar por que era de una mujer y si no la células madre se perderían o algo así, así que puse a Helena de nuevo en su sillita y empecé a preparar la bebida de cada uno. Por un momento mientras preparaba la leche de Helena pensé ¿a que sabría mi café con un poco de leche de mamá?. Bueno déjenme decirles una cosa, la verdad es que le da su toque especial.
Así que ahí nos tenían, 9:30 de la mañana y yo tomando café con leche de mamá junto a mi persona favorita.
-esto del biberón no es tan rico como probarla directo.
Así que abrí el biberón y puse poquito en una cuchara y se lo acercaba a Helena.
-será más tedioso, pero si yo fuera un bebé de nuevo querría saborear la comida en vez de probar plástico con leche.
Según Piaget (un gran psicólogo dedicado a la rama infantil) las etapas de crecimiento de un niño eran limitadas a su edad y la primera era la sensorio motriz, según aquí es cuando su mente está absorbiendo toda la información para las futuras ocasiones y se presenta desde que nace hasta que empieza a articular frases, más o menos como a los dos años. Así que por lo menos debería de llenarla con conocimiento en vez de televisión absurda, no se como en la actualidad dejan ver a sus hijos televisión con el pretexto de que no tienen tiempo, exiten las pelotas o una rama, saben fuimos de la última generación que sufrió carencias y al tenerlas quisieron brindar todo a sus hijos, sólo vean sus hoy en día y pregunten ¿realmente te hace daño las carencias? Por mi parte las carencias que me dieron fueron a pro. Y aún que pueda darle todo a Helena, le inculcaré carencias.
-sabes mi amor, quisiera que este momento fuera eterno. -hablé con Helena -dentro de 18 años más me odiarás, te querrás perforar el ombligo y tatuarte el nombre de tu novio, que por cierto odiaré por que me está alejando de ti, pero no discutas amor, esto no está a discusión, es la ley de los suegros "odiarás a los pretendientes de tu hija" es un ciclo perfecto sin fin, tu abuelo me odió, a mi padre lo odiaron y posiblemente si tienes tu algún hijo varón ¿qué creés? Si, lo van a odiar. Pero es nuestro trabajo, tenemos que dividir a los buenos de los que sólo se quieren aprovechar de ti.
Si, lo sé, es raro que ahora yo de este tipo de pláticas y más a mi hija de tan sólo 3 meses tiene, pero es muy inteligente y se que al menos me está tomando atención, algo que a esta sociedad le hace falta.
-sabes mi amor, muchos papás tienen su forma de calar a los pretendientes, mi abuelito se robó a mi abuelita así que el se libró de esto, pero las futuras generaciones tuvimos que liarnos con esto, mi abuelito los obligó a entrar en su terreno y tener unas rigurosas pruebas, más de una vez se llevó a mi papá a que le ayudará a sembrar. Mi papá cuando vino uno de los primeros pretendientes de mi hermana hacia que se presentarán de pie mientras sostenía a un perro que por aquellas fechas llamábamos cornelius, era un gran danés que media aproximadamente 1.30 y babeaba tanto que creían que tenía rabia, claro que cuando llegó el hoy en día su esposo (que por cierto esta en el extranjero) mi papá ya había comprado unos american Staffordshire que por cierto eran mansos pero muy glotones, claro el no lo sabia, todo fue de menos a más cuando mi hermana entro con unos platos para comer, los perros alborotados de costumbre se lanzaron a ella a lo cual este joven se lanzó para defenderla, cabe mencionar que lo único que recibió fue mucha baba -suspiré -y bueno, tu abuelo, tu abuelo materno y yo nunca nos hemos llevado bien por completo, siempre ah sido un incesante estira y afloja con pequeños recesos de alianzas para el bien de tu mami. Aún que nunca olvidaré como fue que el me puso a prueba. Era una tarde de otoño y tu mami y yo aún éramos sólo novios, yo insistí en querer presentarme pues eran, son y serán sinceros mis intenciones hacia ella, que ingenuo fui al creer que fue fácil, al inicio me escuchó como todos lo habríamos hecho, fue razonable y me dejó explicar todo creí que si le agradaba la idea, luego como si nada mandó a su esposa y a tu mami a la tienda, mientras el y yo seguíamos charlando. Cuando ellas se fueron dejo pasar 2 minutos y entre su bolsa sacó una Revolver Magnum con carga de 9mm y me hizo una pregunta que quedara en mi mente;
dame una razón verdadera para no jalar del gatillo y comprar cortinas nuevas
yo guarde silencio estaba un poco en shock. Nuevamente tu abuelo habló;
vamos ¿como estoy seguro de que no sólo quieres algo de mi hija y al conseguirlo la botarás?
Fue tal irritante su pregunta que volví en si y contesté;
espere, ¿qué, usted cree que le haría algo así a Ebe?
Tu abuelo me respondió seguro de si mismo, mientras tomaba firmemente su pistola.
-se que le harás daño, conozco a los de tu tipo.
Tal vez fue la adrenalina o quizá la insensatez que me caracterizaba en aquella época, pero al escuchar aquella oración de tu abuelo, me hizo enojar tanto que tome la Magnum y la pegue a mi frente;
Si tan seguro está ¿por qué no le jala?
Tu abuelo se me quedó mirando sin hacer algún gesto.
¿en serio quieres morir?
A lo que yo respondí
Le prometo que si algún día le hago daño a su hija, yo mismo jalaré del gatillo.
Gracias a Dios, tu abuela y tu mamá volvieron por la bolsa que se les había olvidado y nos encontraron en aquella situación tan tensa.
Uno pensaría que Helena no tomaría atención de este relato, pero después de terminar de hablar y volver del viaje de recuerdos, baje la mirada y encontré a Helena observando fijamente mi cara con sus ojotes enormes.
-creo que me deje llevar ¿verdad mi amor? -sonreí mientras besaba sus cachetitos.
Observé el reloj y marcaban las 11:30 am y nosotros todavía con pijama.
-entonces ¿quieres ir a ver a tus tíos?
![](https://img.wattpad.com/cover/109962213-288-k610720.jpg)