C 80 el brindis

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-Damas y caballeros, ahora les pido a todos su atención, los meseros están sirviendo en sus copas un whisky escocés de más de 200 años que ha sido mi regalo especial para Helena y que hoy pueden degustar todos ustedes para el brindis de sus celebración. pero antes, unas palabras ahora sí de su padre.

La gente aplaudía bastante, no sabía si era por mi o por el whisky escocés que se estaba sirviendo, las luces se apagaron y solo se concentraron en el centro.

-henos aquí una vez más -mencioné -amor, no sé en qué momento te volviste tan desobediente, te pedí que no crecieras y ahora mírate, toda una señorita. Sabes, tu llegaste a nuestras vidas en el momento más preciso de todos, entraba todo tu cuerpo en mi mano y te miraba cada día y no había persona que no le dijera; "esta niña es especial, no sé que es lo que hará pero vendrá y cambiará todo" y lo hiciste, cerraste bocas desde pequeña, los doctores me dijeron, solo 10 meses de vida le calculamos a su hija y mira ahora 15 años. Los maestros de educación física dijeron que eras muy frágil para jugar fútbol y tú equipo ganó la copa. Incluso yo dude de que pudieras hacer 3 cosas a la vez, defensa personal, danza y la escuela y lo hiciste, nos callaste las boca a todos.
Si tu madre pudiera decirte unas palabras estoy completamente seguro que diría; estoy orgullosa de ti.

Helena empezaba a desbordar lágrimas.

-pero no hablaré por ella, mejor escúchala tú. -hablé -ahora.

El proyector se encendió y empezó a correr la película. Era Ebelin que estaba grabando desde el cuarto del viejo departamento donde vivíamos.

-hola mi amor. -habló Ebelin.

De inmediato la familia de Ebelin se levantó de las mesas y se acercaron a la imagen para verla mejor.

-¡mamá! -exclamó Helena con la voz quebrada al escuchar por primera vez a su madre.

-por favor no llores, no me gustaría que la primera impresión que tienes de mí es con lágrimas mi vida. Quiero que escuches con atención claramente mis palabras. Se libre mi niña, no dejes que nadie apagué la luz de tu sonrisa, ni la motivación de tu corazón, llora si lo necesita y apoya a las personas que lo necesitan a un si ellas te hicieran daño, pero ten cuidado, que apoyar no significa ser pisoteada, aprende a ver el mundo a tu manera y protege tus ideales. Incluso si tú no puedes sentirlo yo si, te siento todo el tiempo aquí en mi vientre, siento cada día que creces un poco más y tengo miedo que te olvides de mí, y que tenga que faltarte  cuando necesites consejos, ojalá nunca escuches está grabación y ojalá que pueda decirte esto en persona, pero siento cada día que se acerca "el día" y necesito que sepas esto. . . Te amo y estoy tan orgullosa de ti, nunca te dejare sola por que siempre estaré a tu lado a pesar que no puedas verme, confía en tu padre que te he conseguido uno muy bueno, uno que antes de ser tu padre será tu amigo y de eso estoy segura. Y si no yo lo regañaré jalandolé las patas. Cuídate mucho mi niña, feliz cumpleaños Helena mi mayor logro en esta vida

El proyector se apagó y al mirar a Helena sus ojos estaban llenos de lágrimas.

-esto es para ti mi niña, de parte de tu mamá.

Helena tomó el sobre y se lanzó a abrazarme mientras intentaba que no la vieran llorar.

-tranquila, mamá y papá están aquí para tí.

De inmediato Leyla dió el brindis y todos tomaron las copas, Helena seguía llorando así que la lleve adentro mientras que para cubrir esa parte se tuvo que cortar el pastel de inmediato. Dentro de la casa Helena seguía llorando en mi hombro, pasó un buen rato hasta que Helena quiso hablar conmigo.

-mamá era muy linda -mencionó Helena.

-lo se, una en un millón.

-No puedo creer que allá hecho una cámara del tiempo sólo para hablar conmigo una sola vez ¿Dónde conseguiste ese vídeo?

-no me creerás si te lo digo, simplemente vino a mi y vaya que fue toda una odisea para mí.

-fue un gran regalo -dijo Helena - y ahora que ví a mi madre, estoy segura de lo que quiero ser cuando sea grande.

-¿así? ¿Y qué serás? -pregunté

-seré una doctora que pueda prevenir las enfermedades y poder ayudar a quien necesita.

Claro que de todas las carreras que pudo elegir, enfermería era una de las más caras pero qué podía hacer, sí eso quería mi niña, eso es lo que le daría.

-entonces tendré que trabajar como burro -mencioné

Helena se rió al instante y sabía con eso que ella estaba bien.

-oh es cierto el sobre -dijo Helena.

Acto seguido Helena abrió el sobre y encontró una carta que nunca me mostró y un pequeño collar con forma de estrella.

De la fiesta apesar de estar todo este tiempo ausente fue un éxito, la gente le encantó el bailable y los invitados estaban más que contentas, los únicos que tenían otro tipo de sentimiento eran los padres de Ebelin que se mostraron enojados conmigo, creo que lo tomaron a traición el hecho de no mostrarles antes el vídeo, pero ¿Yo qué culpa? Para empezar que me costó demasiado encontrarlo y las órdenes de Ebelin eran claras, no podía romperlas.

Fue un gran impulso e impacto el que tuvo Ebelin en Helena, y se vio en ella, ahora estaba decidida a estudiar medicina y en el primer año de bachillerato sacó puro 10. Aún no sé por qué le llamó la atención de esa manera la carrera de medicina, pero como padre siempre será una obligación brindarle alas para que pueda volar libre y tener un botiquín de primeros auxilios para poder curar sus heridas en el camino que tendrá que recorrer. Ya puedo verme a mí despedirme del retiro pero sé que lo valdrá mi niña.

HelenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora