[Fragmento complementado de las anécdotas de Helena y Peter]
Bosque de Ebelin.
-¿Por qué estamos aquí Helena? -dijo Peter
-veras, tengo algo que mostrarte pero tienes que seguirme -dijo Helena.
Tanto Helena como Peter se adentraron al bosque con tan solo una rama.
-Hace tiempo que vivo en santa esperanza y conozco estos bosques como la palma de mi mano, no tienes por qué temer -dijo Helena.
-No tengo miedo, solo lo traje por si hay algo que nos pueda atacar -se excusó Peter. -¿En serio siempre has vivido en santa esperanza? Qué feo que no conozcas más allá de esta ciudad.
-amm no, de hecho conozco Brazil, Hawai, Canadá, Berling, londres, Arabia, la india, Dubai y Japón. Cada vez que tenemos tiempo mi papá y yo viajamos, siempre ha querido que conosca el mundo pero no hay lugar más perfecto que aquí, justo aquí -dijo Helena, deteniéndose.
-¿Aquí? -dijo Peter.
-con nadie he compartido esto y quiero que veas esto. -dijo Helena.
Peter al momento se sonrojo y tapó la cara.
-no Helena no por favor no, te amo mucho y quiero hacer las cosas bien, simplemente no puedo -dijo Peter.
-¿hacer qué? -preguntó Helena.
-hacer. . . ¿Qué me querías mostrar?
-a mi mamá -Helena señaló al árbol. -dejame contarte una historia.
Hace tiempo mucho mucho tiempo, una mujer de hermosa mirada y sonrisa divina se enamoró de una persona positiva, perspicaz y que transmitía paz, aun así el se hacía llamar un perdedor o un normal, la historia completa junto con sus amigos y familiares negaban y daban poca fe al noviazgo y múltiples problemas se presentaron en su camino. Lo que no sabían era que uno era el complemento del otro y viseversa, dos pedazos de Luna. Un sólo hilo. Ellos se amaban tanto que ella quedó embarazada, eran la pareja más feliz del mundo, el empezó a prepararse a la llegada del bebé. . . Pero un triste día el doctor les dió el comunicado, ninguna de ellas sobrevivirá. El y ella estaban destrozados y fue entonces cuando ella al ver a el llorar se decidió y se encerró Solá, pasó mucho tiempo allí adentro, virtió su vida en el bebé y cuando llegó el día, ella dejó de vivir. Ahora sí lo estaban el y la bebé. Peter, te presentó a mi madre "ella" Ebelin.
Helena se limpió las lágrimas y giro la mirada a Peter, que sorpresivamente se encontraba llorando también, luego en un momento se sentó en frente de Ebelin y se presentó, desde quién era, quienes eran sus papás, que comida le gustaba, donde se conocieron Helena y el y cerró con una promesa.
-señora Ebelin, ante sus ojos y los de su hija quiero prometerle que jamás romperé el corazón de Helena, primero me muero yo que fallarle a ella y no importa que pase yo lucharé por su hija.
Helena se emocionó tanto con estas palabras, pero la experiencia hacia que actuará con cautela, no erá su primer novio, pero sin duda había algo en el que lo hacía diferente de los demás.
Peter se arrodilló y se quitó el collar que tenía en el cuello.
-una parte de mi ahora te acompañará
Helena se acercó a él y antes de que se pudiera guardar este hermoso recuerdo con un beso, el aleteo de una ave seguido de un uuuuh se escuchó.
-Hay no, es bloodwing. -dijo Helena con susto.
-¿Quién es bloodwing? -dijo Peter.
-el búho que tiene mi papá y si bloodwing está aquí, eso significa que. . .
