C 45 remitente

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(carta de Ebelin)

"Querido Mario, mi amor. quizá para cuando estés leyendo esto ya no este contigo. Se que quieres protegerme pero te necesito cuidando a nuestra hija. diste tu palabra y quiero que la cumplas, no me hagas volver sólo para jalarte las patas. cuanto daría por estar con ustedes, sabia que algún día encontrarías esta carta ¿recuerdas el día que compramos esta casa? tu realmente querías que fuera feliz, te puse a buscar por horas una casa y al final escogimos esta. te juro que no se que tenia esta casa, tal vez era como nosotros olvidada por todos y diferente, con un pasado distinto al presente. creía que nuestro amor podía arreglar este lugar, pero ahora nuestra prioridad es Helena y tenemos que poner todo lo que tenemos para alejarla de los prejuicios y daño que crea este mundo. por favor no llores mi amor, ahora yo estoy tranquila, sabes que te amo y que confió en ti para que la lleves a lo mas lejos, no confiaría en otra persona que no fueras tu, prométeme que ya no vas a llorar por mi, se que tu intentas guardar esta tristeza que sientes e incluso me he despertado sólo para encontrarte desvelándote en el balcón repitiéndote ¿qué hago? tal vez ahora pueda responder esa pregunta, amala, ama a nuestra hija con todo tu amor, amala como su fuera yo, cuídala como yo te cuide, enséñale que el mundo no se divide entre lo bueno y lo malo, que estar triste y feliz es un placer que se da a lo largo de los años, nunca te perdonaría si ella se vuelve tan vacía, enséñale a ser única y que no se deje llevar por las criticas, ambos sabemos que nunca faltara aquella persona que siempre quiera sobre salir de los demás y que tirará a todos aquellos que crea que son un peligro. Gracias Mario, por escribir esta historia conmigo, gracias por abrazarme cuando estoy con mis cambios de animo por el embarazo, gracias por levantarte a las 3 de la mañana a buscar comida que se me antoja, gracias por arroparme en las noches que tengo frío, gracias por amarme.

Psdt: no creas que te he abandonado por siempre, aun te visitare de vez en cuando.

Los amo

atte: el amor de tu vida y la mamá más feliz del mundo.

Tu. . . y tu forma de cuidarme que jamás comprenderé.

algunas preguntas se contestaron y otras nacieron al leer su carta ¿visitar, cómo? ¿hace cuanto tiempo ella estuvo aquí? y por qué sigo temblando aun después de tanto tiempo.

-señor Mario ¿se encuentra bien? ¿quiere que le llame una ambulancia? esta temblando mucho. -Habló Adam

-estaré bien -respondí.

guarde la carta y baje a Helena de mis brazos.

-bien, creo que ya hemos visto suficiente de la vivienda. estoy listo para firmar. -habló adam

-la verdad yo no lo se.

-4.5 mil millones de pesos por este viejo vejestorio ¿qué mas quiere pensar?

Helena me observó pacientemente, tal vez esperando mi respuesta. El señor Adam me estaba ofreciendo 5 veces el valor que tenia la casa cuando la compre. solo un idiota no lo aceptaría.

-disculpe, no esta a la venta -hablé.

soy un idiota.

-¿perdón, no le parece mi oferta? ¿es el dinero? -cuestionó Adam

Tal vez Ebelin y yo no pudimos arreglar este lugar, pero. Estoy seguro que nuestra hija lo logrará y yo le ayudaré en todo lo que se pueda y no se pueda.

-no, simplemente. no esta a la venta.

-¿es por esa carta no?

-si, así es.

-maldecirá el día en que dejo correr una oferta tan buena como la mía.

-tal vez, pero por ahora tengo trabajo que hacer, voy a reconstruir esta casa y lo lograré con esto- hablé mostrando mis manos. -trabajo duro, solo eso.

-aaaah -gritó Helena.

-perdón -corregí -nuestro trabajo duro.

claramente el señor Adam salio de la casa enfurecido y con los humos en la cabeza, gritando que yo me arrepentiría de lo que estaba pasando. A mi poco me importó, no quería vender la casa ahora ni nunca, pero queda claro que debería de hacer una que otra llamada para poder arreglar esta casa.

-mi amor, creo que el jardín y el patio trasero serán lo mas fácil de todo esto.

Y claro que no me equivocaba, estaba apunto de empezar una reconstrucción titánica. Pero ahora esa seria nuestra nueva casa sin importar cuanto esfuerzo nos llevara, Helena parecía feliz con la decisión así que no podía quejarme, ahora una duda mayor sería ¿con qué dinero?

- menos mal que tenemos una arquitecta en la casa. -le hable a Helena.

al salir de la casa cerré con seguro y me dirigí a mi auto, sin antes ser interceptados por unos vecinos de los cuales no recuerdo conocer, era una pareja grande de la cual no medían más de 1.58 y mostraban una edad de  54 años.

-¿si vendió la propiedad vecino?

yo no recuerdo haberlos conocido pero al parecer me recordaban a la perfección.

-¿disculpe? ustedes son. . . 

-somos tus vecinos, hace tiempo les dimos la bienvenida ¿no lo recuerda? -habló el señor.

-disculpe, mi cabeza está en otros lados.

-oh -exclamó su esposa -¿es su hija?

-si,se llama Helena.

-Helena ¿como la Reyna de Troya? -habló el señor.

-así es, como eso y mucho más.

-es una preciosidad, ya empieza a oler a suegro. -habló la señora.

-no creo y si lo es ahorita me baño.

Ambos sonriendo me dieron nuevamente la bienvenida, me explicaron que la mayoría de las personas quería comprar mi casa por que esta demasiado cerca de él cerro y según los rumores, debajo corría una vena de agua, una vena de agua es un conducto de donde nace el agua. Entonces les servía para minar o para retirar materiales primos.

-entiendo por que el señor estaba tan ansioso por comprar mi casa. -respondí.

-entonces usted va a rascar o industrializar -habló el señor.

-yo sólo quiero vivir aquí con mi hija.

La pareja de abuelitos sonrió y se miraron el uno al otro afirmando con la cabeza.

-sabíamos que usted no podía ser como ellos -habló su esposa.

-usted es bueno, creo que tendremos una larga charla. -Dijo el señor - un gusto, mi nombre es Lázaro y mi esposa se llama Consuelo.

Nunca creímos que este pueblo tuviera tantos secretos y fuera tan interesante, que sería nuestro nuevo hogar, el hogar de mi familia.

HelenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora