02

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CAPÍTULO 02


Me desperté sintiéndome relajada por unos segundos. Sólo duró eso, ya que el dolor de cabeza y en la boca del estómago no se hizo esperar. Maldición, me encontraba fatal. Esta era la madre de todas las resacas.

Entrecerré los ojos ante la luminosidad del cuarto. Suspiré y me incorporé con lentitud, me dolía absolutamente todo. Ya sentada, miré a mi alrededor, definitivamente este no era mi cuarto. Aun así, no me resultaba desconocido.

Algo se movió a mi lado, haciendo que pegara un brinco en la cama.

—Debería matarte, pero me diste un gran susto —la rubia se sentó y me rodeó con sus brazos—. ¿Cómo te encuentras?

—De muerte. ¿Qué ocurrió? —fruncí el ceño al no recordar nada, ni siquiera cómo había acabado en su casa.

—¿No recuerdas nada? —frunció el ceño. Su cabello rubio parecía un nido de pájaros al estar todo enredado, lo que causó mi risa—. Oye, hablo en serio —me dio un manotazo en el brazo.

—Aún no, Ems. Recién despierto —bostecé sonoramente—. Espera unos minutos y llegarán a mí, sabes cómo funciona —me encogí de hombre, siempre era lo mismo cuando tomaba alcohol.

—Está bien, mejor vamos a desayunar y te tomas algo para el dolor de cabeza que seguro tienes —asentí, se me estaba por partir el cráneo del dolor—. Te tomaste hasta el agua de los floreros, Ams, nunca te había visto así —negó con la cabeza.

—¿Sabías que te amo? —murmuré siguiéndola, era obvio que se había esforzado para seguirme el paso, sabía cómo me ponía cuando estaba ebria.

—Sí, lo sé, soy genial —acomodó su cabello detrás de su hombro, luciendo como una diva y causando nuestras risas.

—Ya cállate y dame de comer —exigí en broma.

—A la orden, mi capitán —colocó comida en el microondas para recalentarla.



《—¿Estás bien? ¿Te lastimaron? ¿Qué le hiciste? Y lo más importante, ¿quién demonios eres? —todas las preguntas salieron de su boca en solo un segundo.

Oye, tranquila. Yo no le hice nada, sólo la encontré, un tipo intentaba llegar a algo con ella —explicó una voz masculina que desconocía.

Nena, ¿te lastimó, te hizo algo? Por Dios, Amber, no debiste marcharte así, estaba preocupada por ti —me abrazó, obligándome a esconder la cara en su cuello, como si fuera mi madre.

Estoy bien, Emily. Por suerte no me ocurrió nada —me abrazó a ella con fuerza. Estaba bien gracias a esa cosa que apareció para salvarme el pellejo.

Tenía sentimientos encontrados, la mente confusa y ganas de llorar. Quería ir a casa, me sentía un poco mal. Me quise alejar de mi amiga porque tenía calor, pero mi cuerpo se sentía como gelatina y no tenía las fuerzas suficientes para hacerlo.

¿Amber? —empecé a ver puntos negros y me sentía sofocada.

Emily... voy a desmayarme —perdí completamente las fuerzas, dejando de ser consciente de los que ocurría a mi alrededor.



—Oh por Dios —susurré y Emily me observó curiosa—. Recordé algo. Fue como un flash, una conversación afuera del boliche. ¿Había un chico? —fruncí el ceño.

《Ambett》[AE#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora