CAPÍTULO 24
—Bien, hay que hacerlo —salí del baño, aún en toalla. Debía aprovechar el momento de coraje, antes de que me arrepintiera.
—¿De qué hablas? —Matt dejó su celular a un lado mientras volteaba a verme. Sus ojos se abrieron impresionados y me recorrieron completamente. Ahí recordé que estaba desnuda bajo ese pedazo de tela—. Nena, vístete... por favor —pidió con los ojos ya dorados.
—Uh, em, sí... claro —me arrojó una de sus camisetas, de esas que solía usar cuando dormíamos juntos, y rápidamente la pasé por mi cabeza—. Lo siento... por un momento lo olvidé —jugué con mis dedos, avergonzada.
—No es tu culpa, estoy un poco fuera de control desde esta mañana... No sabes lo mucho que tuve que esforzarme en la playa para no saltar sobre ti —fui a su lado, una vez que ya tenía la ropa interior puesta y el cabello peinado.
—Créeme, te entiendo. Aunque yo no pude mantenerme alejada mucho tiempo —me reí al recordar mi escena de celos y cómo no había dudado en colgarme de su cuello para que esa chica dejara de mirarlo de una vez por todas. Algo que funcionó, para mi fortuna.
—Oh, mi celosa, me di cuenta enseguida de lo que te pasaba —me colocó sobre sus piernas mientras se burlaba de mi expresión sorprendida, creí que había sido lo suficientemente disimulada—. Te conozco, amor. A mí no me engañas.
—Dios, qué vergüenza —cubrí mi rostro con ambas manos, evitando que viera lo sonrojada que estaba justo ahora.
—Está bien, cariño, es lindo verte toda sonrojada... —continuó burlándose, e intentó quitar mis manos para verme mejor. Le encantaba hacerme sonrojar, hasta Eros lo disfrutaba, podía escucharlo ronronear en mi cabeza.
—Ya, cállate. Ahora no voy a decirte a qué vine —fruncí el ceño. Todavía sentía mis mejillas calientes.
Hacía apenas una hora que llegamos de la playa, aún era temprano, pero estuvimos allí todo el día. A eso sumemosle el viaje, estábamos algo cansados, así que decidimos volver al hotel para darnos una ducha y descansar un rato antes de la cena.
Durante la ducha tuve un momento para pensar e idear un plan para lo que estaba ocurriendo, algo que no podía tomar a la ligera. Toda mi familia estaba involucrada esta vez.
—Casi lo olvido, ¿qué es lo que querías hacer? —colocó sus manos en mis piernas y movió los pulgares en círculos.
—Márcame —solté la bomba en un susurro.
—¿Qué? —se me quedó mirando—. ¿Estás segura? —buscó mi mirada, sorprendido por mi repentina idea, aunque en realidad lo había meditado bastante.
—Sí, estoy lista. Hay que hacerlo ahora mientras podemos. Tengo un plan—
—Espera, espera... ¿Pasó algo que no me hayas dicho? —frunció el ceño preocupado—. ¿Amber? —me volvió a poner sobre la cama, a su lado.
—Tal vez hay algo que no te dije... pero lo hice para no preocuparte —noté que se molestó, así que comencé a justificarme enseguida—. Y antes de que preguntes, no fue nada grave solo me mareé unos segundos, pero estoy bien, me siento bien, ¿sí?
—Dios, Amber, tienes que decirme esas cosas —se levantó y dio vueltas como si el cuarto le diera claustrofobia—. ¿Qué hago si a ti te pasa algo? No puedo perderte a ti también—
—Y no lo harás. Ya lo pensé, sólo escúchame —asintió a regañadientes—. Le diré a mi madre que tenemos planes para la cena así no tenemos que bajar y luego, si llegaran a venir a vernos, estaremos aquí. Eso nos da tiempo, si no despierto temprano tenemos tiempo hasta el almuerzo para decir que estábamos durmiendo. Es perfecto.
ESTÁS LEYENDO
《Ambett》[AE#1]
Werewolf[Dos almas destinadas a amarse] Primer libro de la saga Amores Eternos ❤ Ganadora del 1er lugar en los Green Bubble Awards 2017 y del 3er lugar en los Diamante Awards 2018, en la categoría Hombres Lobos