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CAPÍTULO 34


AMBER'S POV

—¿Y, qué tal están? ¿Te gustan? —lo observé ansiosa, hacía mucho que no preparaba algo dulce.

—Están deliciosas cariño, te pasaste —se lamió los dedos.

Estábamos merendando en la barra de la cocina tranquilamente, hablando de tonterías, cuando la puerta principal se abrió.

—¿Qué es ese maravilloso aroma? —Robert prácticamente babeaba al entrar a la cocina.

—Tu nuera cocinó —mencionó Matt entre mordidas a una nueva galleta, no había parado de comer en un buen rato.

—Así que mi nuera, eh —la sonrisa que me dio, hizo que me sonrojara—. Veamos que tal están...

Sabía lo mucho que estos chicos comían, así que me había encargado de preparar una buena cantidad, la suficiente para que yo también pudiera probarlas.

—Están muy buenas, linda. Deberías hacerlas más seguido —asintió, aprobándolas totalmente.

—Gracias Rob —le sonreí.

—No hay de qué, sólo digo la verdad —se encogió de hombros—. Matt, hijo, recibí un mensaje de tu abuelo, ¿sabes algo al respecto?

—Um, sí, voy a presentarle a mi chica —se levantó para buscar una bebida, debía estar atorado con todo lo que se había comido de una sentada.

—Yo se lo pedí —intervine, cuando el mayor se le quedó mirando intrigado—. Amor, para ya, ¡te acabaste con la primera bandeja tú solo! No quiero tener que andar cuidándote luego porque te duele el estómago —lo regañé, a veces parecía que yo era la mayor de los dos.

—Nadie te pidió que lo hagas —contestó simplemente y volvió a su taburete. Me quedé mirando su perfil fijamente, sin creerme lo que había dicho.

—Ya veremos en unas horas —murmuré por lo bajo, volviendo a prestar atención a su padre—. Voy a conocer a toda su familia.

—Tú eres una Price también, pequeña. Desde que Matthew te marcó formas parte tanto de la familia como de la manada —colocó una mano sobre mi hombro.

—¿En serio? —susurré enternecida.

—Absolutamente, eres como una hija para mí —me arrojé a sus brazos.

—Creo que te he dado más dolores de cabeza que tus propios hijos —bromeé, y oí su pecho retumbar por la risa.

—Creo que sí —me siguió la corriente.

—Gracias por cuidarme y ayudarme tantas veces, aunque no era tu obligación —murmuré casi sin voz. En serio quería llorar de la emoción, adoraba a estos hombres, mi vida había mejorado con ellos.

—No tienes nada que agradecer, lo volvería a hacer todo otra vez —dejó un pequeño beso en mi cabeza y eso fue todo lo que sentí antes de que me arrancaran de sus brazos.

—Demasiado contacto —gruñó Matt, apropiándose de mi cintura. Robert puso los ojos en blanco mientras yo solté una risita que disimulé rápidamente.

—Suéltame, estoy molesta contigo —lo empujé, lo que lo tomó de improviso e hizo que me dejara ir.

—Me haces acordar tanto a mí cuando encontré a tu madre... —por un momento, sus ojos dejaron ver el profundo dolor que sentía, pero rápidamente volvieron a su color— ¿Tu hermano ya se dignó a aparecer? —cambió de tema rápidamente.

《Ambett》[AE#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora