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CAPÍTULO 67


Necesitaba dormir un día completo como mínimo. Estaba realmente exhausta, entre los preparativos de la fiesta de graduación, los discursos del acto formal, los papeles que había que firmar para el próximo año y los exámenes o trabajos prácticos para cerrar el trimestre se me iba a explotar la cabeza.

Tanto Matt como yo teníamos muchos compromisos estudiantiles y habíamos estado un poco a las corridas. Estas tres semanas habían sido una locura. El cansancio era tanto que mi loba ni siquiera aparecía, apenas la escuchaba últimamente.

Nuestro último momento de calma había sido en Stonewood.

En serio, no daba más. Necesitaba un fin de semana libre sin salir de la cama y acurrucada con mi novio. Por suerte ya era viernes, mañana podría caerse el cielo o venir un tsunami que no iba a levantarme.

—Wow, chica, esas ojeras dan miedo —Tiff se sentó a mi lado al igual que su hermano—. ¿Te sientes bien?

—Esto es lo que causa nuestra graduación —señalé mi rostro, causando sus risas.

Si bien íbamos a compartir la fiesta —el curso de la pelirroja y el mío—, cada quien preparaba sus cosas, sesiones de fotos, videos, entradas grupales, premios, etc. ¿Y adivinen quién estaba en el grupo que organizaba todo eso? Ya me estaba arrepintiendo de haberme ofrecido.

—¿Quieres que te llevemos? Vine en el auto hoy —ni bien cumplió la mayoría de edad, Tiff había sacado la licencia de conducir, de vez en cuando su madre le dejaba el auto y ella lo aprovechaba al máximo.

—Me harías un favor. En cuanto llegue a mi casa me voy a acostar —suspiré, cerrando los ojos—. No pienso levantarme hasta la mañana del lunes.

—¿Quieres comer algo? Faltan veinte minutos para irnos —el muchacho me miraba preocupado.

—No, gracias, Log —sacudí la cabeza—. No tengo apetito.

—Está bien, pero no dejes de comer —ahora fue su hermana la que me regañó.

—Recuerda que tengo una mamá doctora —rodé los ojos, ella nunca dejaría que eso pasara.

—Y voy a hablar con ella si no veo mejoras al menos en tu rostro —me señaló, entrecerrando sus ojos.

—Bien —volví a rodar los ojos.

—Ve acostumbrándote —murmuró el muchacho—. No te va a dejar en paz el año que viene.

—Oh, diablos, no había pensado en eso —exageré, cubriendo mi rostro.

—¡Oigan! —se quejó, empujándonos a ambos—. Emily y Olivia también se irán.

—Dios, entre ellas y mi novio no me van a dejar en paz —me dejé caer hacia atrás, siguiendo con la broma.

—Puedo darte un par de consejos si quieres, ya sabes, tengo experiencia conviviendo con ella... —señaló a su hermana.

—Olvídate de las visitas, Logan Powell —refunfuñó, cruzándose de brazos.

—Sabes que te quiero, hermanita —la abrazó, despeinando su cabello.



(...)



—¿Qué hacemos con ella? —escuché apenas un susurro, no reconocí la voz en absoluto.

—Ya intenté despertarla un par de veces. Olivia también lo intentó, no reacciona —más susurros—. Está así desde hace horas.

Estaba tan relajada que no me importaba no entender lo que decían las voces. No me interesaba para nada.

《Ambett》[AE#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora