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CAPÍTULO 55


Al despertar, no abrí los ojos ni me moví, me sentía un poco desorientada, no recordaba dónde estaba exactamente. Al abrirlos, me encontré con la habitación aún a oscuras, debía ser temprano en la mañana.

Quise salir de la cama, pero sentí un peso sobre mi cintura. El brazo de mi chico. Me removí, notando su calor corporal a mi alrededor y me refugié en él. Hacía frío en la habitación, lo sentía contra mi piel. Además, la temperatura corporal de Matt era aún mayor que otros días.

Oh, ya lo recordaba...

Matt había conseguido una cabaña en un lugar un poco lejano, en Wengen, estábamos cerca de las montañas, por lo que hacía frío y había algo de nieve afuera. Íbamos a estar una semana aquí y luego iríamos a la manada, a visitar a sus abuelos.

Estábamos de vacaciones románticas en la nieve, lo cual me encantaba.

Llevábamos cuatro días aquí y, debía admitirlo, venir fue la mejor decisión que había tomado.

Habíamos ido a patinar a un lado congelado, a una feria en un pueblo cercano, habíamos jugado como niños pequeños y nos habíamos divertido de sobremanera mirando películas y tomando chocolate caliente.

Ayer habíamos hecho una familia de muñecos de nieve en la puerta de la cabaña, seguido de una guerra de bolas de nieve que culminó con mi trasero congelado.

Sin duda había sido mi día favorito.

Dando un suspiro, salí silenciosamente de la cama. Tenía ganas de dar una vuelta, me sentía un poco inquieta y necesitaba aire fresco. Asomándome por la ventana de la cocina, vi que el día había amanecido blanco. La vista era ciertamente increíble. Aunque hacía un frío horrible, tanto que hasta lo sentía a través del vidrio.

Cambié mi pijama largo por ropa térmica y abrigada, lo que menos quería era enfermarme durante estos días. Matt no se había despertado a pesar de que hice algo de ruido sin querer, al parecer estaba exhausto.

Lo miré una última vez antes de salir del cuarto y dirigirme a la puerta de entrada, tomé una bufanda que había dejado en el perchero y, ya abrigada, salí a la calle.

>>No te alejes mucho, ¿sí? No conocemos mucho el lugar —me dijo Azul, no había aparecido mucho estos días, lo cual era extraño.

>>Relájate, apenas hay gente aquí —cerré el vínculo y continué mi camino.

Mi mente estaba en blanco y era lo que tanto necesitaba. Quería ponerle pausa a la vida y quedarme aquí, en este momento, tranquila, con mi novio, feliz...

El año se me estaba yendo de las manos, en serio, no podía creer que el tiempo pasara tan rápido. En menos de lo que creía ya me iba a estar inscribiendo en una universidad, iniciando una nueva etapa.

Tenía más dudas que certezas, lamentablemente.

¿Realmente quería estudiar?

¿Qué era lo que me gustaba?

¿Sería capaz de irme a otra ciudad y dejar a mi familia para hacerlo? ¿Dejaría a Matt atrás o él me acompañaría?

¿Podría equilibrar ambos mundos, el sobrenatural y el "normal"?

Esas y muchas más preguntas rondaban por mi cabeza noche y día desde hacía un par de semanas. Estaba agobiada. Más de lo que me gustaría admitir. Todavía no había hablado con Matt sobre todo esto, prefería esperar a tener una decisión tomada, no quería estresarlo en vano y que resultara no ser nada.

《Ambett》[AE#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora