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CAPÍTULO 66


Gruñí al escuchar mi celular sonar. Creí que lo había puesto en silencio antes de acostarme.

—¿Hola? —nadie respondió, aun así logré escuchar hipidos al otro lado—. ¿Emily? —la única que me llamaría llorando a cualquier hora era mi mejor amiga—. Ems, ¿eres tú?

No quería despertarte, debí esperar hasta mañana... —susurró con la voz quebrada.

—¿Qué pasó, nena? ¿Por qué lloras? —Matt se removió, acomodándose mejor sobre mí—. Emily, habla conmigo —insistí ante su silencio.

La luz se encendió, Matt me miraba confundido como preguntándome qué ocurría y yo me encogí de hombros, sin saber.

P-peleé con Chris... otra vez —sollozó.

—Ok, hablemos de eso —dije tranquilamente, intentando que no se alterara más—. ¿Te molesta si Matthew escucha?

¿Lo desperté también? —mi chico lucía preocupado también, realmente se llevaba bien con la rubia y le tenía cariño.

—No te preocupes por eso, no importa —negué con la cabeza, aunque no me viera.

Que escuche, también es mi amigo —dijo finalmente, suspirando al final.

—Bien, ¿quieres hablar así o por videollamada? —me incorporé en la cama, apoyando la espalda en la pared.

Videollamada.

—Ok, cuelga y ya te llamo —ella hizo lo que le pedí y enseguida me dirigí a la aplicación necesaria.

—Espera —murmuró con la voz ronca, deteniéndome antes de que presionara el botón—.Estás desnuda, nena —me pasó una camiseta suya y tomó mi teléfono para hacerlo él mientras me cubría con la prenda—. Hey, ¿nos ves bien?

 —se limpió las lágrimas con el dorso de la mano—. Lucen bien así de despeinados —se rió, intercalando la mirada entre ambos.

—Son las tres de la mañana, rubia, ¿qué esperabas? No podemos ser hermosos todo el tiempo —rodé los ojos, soltando un bufido. Obviamente estaba bromeando.

T-terminé con Chris hace tres semanas —dijo de repente, cortando mis burlas y risas de raíz—. No te conté porque... bueno, luego de terminar nos seguimos viendo y... nos acostamos un par de veces —sus mejillas se sonrojaron ya que Matt también estaba viéndola—. Creí que podríamos volver, que no era definitivo.

—¿Y ya no lo crees así? —le preguntó intrigado.

No, ya no —sacudió la cabeza, negando—. Habíamos quedado en que nos seguiríamos hablando y seríamos transparentes si salíamos con alguien más o si veíamos a otra persona, ya saben —se encogió de hombros—. Pero luego empezó a actuar raro. Cuando nos veíamos, parecíamos desconocidos... como sexo casual luego del boliche, solo que súper sobria y consciente de con quién me estaba acostando.

La rubia se perdió en sus pensamientos por un momento y la dejamos, necesitaba su tiempo para continuar con el relato, se notaba.

Luego comenzó a ignorarme y me hablaba lindo solo cuando quería acostarse conmigo —sollozó una vez más—. Yo... a veces sentía que estaba con mi novio, él me confundía para luego destruir mis ilusiones. Yo era la única siendo transparente, él se aprovechó de eso —lágrimas corrían por sus mejillas.

《Ambett》[AE#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora