CAPÍTULO 39
La noche había caído hacía no mucho, las estrellas cubrían el cielo y la luna se veía hermosa. Si había algo que se retrataba bien en las películas y las leyendas sobre hombres lobo era la fascinación que teníamos por ella. Muchas veces me he encontrado sentada, viéndola fijamente sin apenas darme cuenta. Era como si me desconectara del mundo...
En fin, había tenido una agradable cena con mis padres y ellos se fueron enseguida a la cama, ya que mañana debían madrugar. Como siempre, en realidad. Les aseguré que yo me haría cargo de lavar y secar los platos antes de irme a dormir, y eso hice.
Después de una ducha ya estaba lista para dormir, pero algo me faltaba. Por más que daba vueltas en la cama, no lograba dormirme.
—Maaaaaaatt —canté su nombre, esperando que me contestara el teléfono—. Maaaaaattheeeewww.
Después de un rato me había cansado de resistirme y terminé llamándolo.
—¿Qué pasa, mi amor? —escuché su risa del otro lado, no me había dado cuenta en qué momento atendió.
—Estoy aburrida y te extraño —hice un puchero, aunque sabía que él no podía verme.
Habíamos estado juntos hasta hacía unas horas, pero era más fuerte que yo, lo extrañaba constantemente cuando no estaba con él. Maldito amor, era muy dependiente de mi chico.
—Ya te dije que puedo ir a dormir contigo... —me había negado las cinco veces que me lo sugirió durante el día.
—Ya te he dicho que no. Necesito acostumbrarme, dentro de poco comenzaré las clases y no nos vamos a poder ver tan seguido —le expliqué desganada.
Las vacaciones estaban llegando a su fin y no podía estar más triste, enero había durado un parpadeo. Matt tenía un mes más libre, pero igualmente nuestra rutina de estar juntos 24/7 se iba a terminar. Lo sabía, podía sentirlo.
Lo había visto a la tarde y ya lo extrañaba, no me quería imaginar cuando empezáramos a cursar o tengamos que estudiar.
—¿Y crees que la escuela secundaria va a evitar que esté contigo o qué? No pienso dejar de ir a verte —sonreí enternecida por sus palabras—. Menos si Sophia hace comida especialmente para mí, no puede desperdiciarse...
—Oh, eso había sido muy tierno hasta que lo arruinaste —solté un bufido, fingiendo molestia—. Ahora te jodes, no vienes más. No te voy a dejar entrar —me hice la enojada.
—Antes de que puedas volver a decirlo voy a estar entrando por tu ventana —amenazó, lo conocía lo suficiente para saber que no era una broma—. Puedo ayudarte a estudiar cuando sea necesario, incluso hacer tus tareas... —retomó el tema anterior.
—Sí, claro —rodé los ojos—. Tú no me ayudas a concentrarme específicamente.
—¿Para qué me llamaste, nena? —suspiró, rindiéndose.
—Ya te dije, me aburro —cubrí mi boca ni bien me asaltó un bostezo.
—Si estuviera ahí, estarías acostada sobre mí, con tu cabeza en mi pecho mientras te canto una canción para que duermas... —su voz baja y suave me ayudó a armar la imagen en mi mente.
—Suena tentador, pero—
—Tú sólo piensa esto, vuelves del colegio, salimos a hacer algo temprano como hoy, si puedes, luego yo me voy a cursar mientras tú haces los deberes y a la noche, antes de que te quedes dormida, voy a estar ahí. ¿Qué dices? Dormir abrazados después de un día largo y cansador...
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《Ambett》[AE#1]
Werewolf[Dos almas destinadas a amarse] Primer libro de la saga Amores Eternos ❤ Ganadora del 1er lugar en los Green Bubble Awards 2017 y del 3er lugar en los Diamante Awards 2018, en la categoría Hombres Lobos