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CAPÍTULO 54


—Entonces... —murmuró Emily, abrazándome por los hombros.

—¿Entonces? —fruncí el ceño. Estábamos saliendo de clases y no tenía idea sobre qué me estaba hablando exactamente.

—Acaban de decirnos las fechas de las vacaciones —dijo como si eso explicara todo.

—Sí, ¿y? —fruncí el ceño, en serio intentaba seguirle el hilo, pero no lo estaba logrando.

—¡Las vacaciones con Matt! —chilló exasperada—. Ahora que ya sabes la fecha, ¿le dirás que sí o sigues dudando?

—No es que haya dudado, nena —resoplé—. Sabes que no me gusta que paguen por mis cosas, y menos algo tan importante como una estadía de tantos días.

—Eres una tonta —bufó—. Tu chico te quiere llevar de viaje durante dos semanas. Dos semanas en las que, de otro modo, pasarías encerrada en tu casa—

—Contigo —agregué rápidamente.

—Sí, conmigo y con tu novio, nos repartiríamos los días —rodó los ojos—. Aprovecha la oportunidad, velo como una escapada romántica.

—Pero siempre estamos juntos —sacudí la cabeza—. No es realmente una escapada.

—¡Oh por el amor de dios! —alzó los brazos—. ¿Te puedes emocionar, por favor? El amor de tu vida quiere pasar quince días contigo a solas, ¿qué más quieres? Aprovéchalo, sal de la ciudad, deja que Azul pasee un poco más, tengan sexo sin miedo a que tus padre o Robert los interrumpan, cabalga a Eros... ¿necesitas más ideas?

—No, creo que ya dijiste suficiente —solté una gran carcajada, llamando la atención de algunas personas.

>>La última parte fue la que más me gustó —ronroneó la loba—. La de cabalgar a Eros.

>>Estoy segura de que no se refería a lo que estás pensando —negué con la cabeza, no tenía remedio.

>>No importa, yo tengo mis propias ideas —aulló eufórica.

—Le acabas de dar cuerda a Azul, te odio —refunfuñé mientras seguía escuchando todas las ideas que se le ocurrieron a la loba en tan corto período de tiempo.

—Me cae bien —sonrió la rubia—. Oye, ¿tienes planes?

—¿Para cuándo? —el cambio de tema me tomó algo por sorpresa.

—Para ahora, ¿Matt te espera para almorzar o algo? —enganchó su brazo con el mío mientras caminábamos por las calles de Roseville.

—No, en realidad, iba a almorzar sola —hice una mueca—. Matt está haciendo algo con Julian, Robert está trabajando, Liv está en el gimnasio o algo así me dijo, mi madre está en el hospital y papá salió a atender una emergencia —le había dado una rápida hojeada a mi teléfono antes de que Emily me alcanzara en el pasillo.

—Wow, sabes dónde está cada uno —se burló riendo suavemente.

—¿Y dónde vas a estar tú? Eres la única que me falta —bromeé.

—Pues, si estás de acuerdo, estaré comiendo una gran hamburguesa con mi mejor amiga —me observó de reojo, sonriendo levemente.

—Me parece una gran idea —sonreí casi de oreja a oreja—. Ya hacía mucho que no salíamos juntas.

《Ambett》[AE#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora