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CAPÍTULO 68


Los nervios me estaban consumiendo de una manera aterradora.

—Haz que no me mate en las escaleras, ¿quieres? —susurré, observando la luna que brillaba en el cielo.

>>Lo harás bien, relájate —me animó—. Y si en todo caso te caes, será gracioso y te levantarás como si nada...

>>Gracias por los ánimos, son muy útiles tus palabras —rodé los ojos, bloqueando el vínculo entre ambas. No estaba de humor para sus bromas ahora, necesitaba concentrarme.

—Somos las siguientes, ¿estás lista? —Emily me codeó, entusiasmada.

—Más que lista —la sonrisa en mi rostro era enorme.

Había llegado la hora.

Estábamos esperando a las afueras del salón donde se estaba llevando a cabo nuestra fiesta de graduación, este tenía escaleras adentro y afuera para ingresar, las primeras eran las que me daban miedo ya que, si me tropezaba, mucha gente me iba a ver.

Con mis amigas habíamos armado un sketch con diferentes canciones que íbamos a bailar en la parte superior de la gran escalera, antes de bajar y posar para las fotos.

—Muy bien, chicas. Un aplauso muy fuerte para Amber, Emily, Lola y Tiffany —dijo el dj a través del micrófono—. Eso estuvo maravilloso.

—Dios, lo logramos —susurró Lon entre foto y foto.

—Aún no cantes victoria —le respondió la rubia, quien estaba a mi derecha.

—No sean mufa —se quejó Tiffany a mi izquierda, lo dijo sin dejar de sonreír, lo que me dio gracia.

—Sólo sonrían —dije yo, terminando la conversación.

Mientras presentaban al siguiente grupo, bajamos los últimos escalones y sentí un tirón en mi brazo.

—Se los dije —se rió la pelirroja mientras ayudaba a Lola a ponerse de pie.

—Ups —murmuró con una sonrisa de disculpa mientras Tiff se acomodaba la parte de atrás del vestido, la cual Lola le había pisado.

Sip, se acababa de caer...

Por suerte había terminado sentada.

Todos nuestros familiares más cercanos se acercaron y nos fuimos moviendo para dejar pasar al resto; recibí muchas felicitaciones, la emoción que sentía era asombrosa, era una noche especial y me sentía en las nubes.

—Tú quieres matarme —Matt venía caminando hacia mí con las manos juntas frente a su rostro, cubriendo su nariz y boca—. Tú quieres matarme —repitió.

Me reí mientras el sonrojo llegaba a mis mejillas e inclinaba la cabeza, viéndolo con ternura.

—Quiero esa foto —señalé a Paloma, una de las fotógrafas, luego de sentir el flash varias veces sobre nosotros.

—Salieron preciosos —sonrió, observando la pantalla de la cámara.

—¿En serio eres real? —seguía incrédulo, sin dejar de mirarme de arriba a abajo.

—Sí, soy real —negué con la cabeza, risueña—. Ven aquí, anda. Dame un abrazo.

Me hizo caso y finalmente me abrazó, teniendo cuidado de no mover el escote de mi vestido. Nadie quería que se escapara nada de allí, en especial él.

《Ambett》[AE#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora