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CAPÍTULO 25


—¿Todos tienen sus copas? —preguntó la abuela, paseándose alrededor de la mesa. 

Un coro afirmativo se escuchó por la terraza. La abuela sí que no había reparado en gastos para esta fiesta, rentó toda la terraza sólo para nuestra familia, por lo que estábamos tranquilos, disfrutando, al aire libre, una noche de verano completamente estrellada. 

—Entonces, prepárense porque en cinco minutos brindamos.

Me senté un poco alejada de todos y observé el panorama. Eran los últimos minutos del 2017 y no podría estar más feliz de estar rodeada de mi familia y las personas que más quería en el mundo.

Suspiré encantada, era una noche maravillosa. Realmente estaba muy agradecida por todas las personas que había en mi vida ahora y con las que iba a empezar el nuevo año, no podría sentirme más amada.

—Hey, ¿qué haces aquí sola? —susurró una voz muy conocida en mi oído.

—Solo pensaba —volteé el rostro para poder verlo, con una gran sonrisa en el rostro. Él había sido la mejor bendición de todo este año—. ¿Cómo estás?

—¿Cómo estoy? Bueno, estoy muy enamorado de ti, estoy feliz de haber conocido tu familia y de pasar esta fecha contigo, estoy emocionado por empezar el año con mi compañera, mi hermosa compañera que siempre está ahí para mí, que me ama, me mima, me cuida... No podría pedir algo mejor o a alguien más —sus brazos me rodearon, pegando mi espalda a su pecho y apoyando su quijada en mi hombro.

—La marca te volvió aún más cursi —bromeé, acomodándome mejor para poder verlo a los ojos. Él besó mi mejilla con una sonrisa grabada en el rostro—. Pero hablando en serio, yo también estoy muy emocionada de acabar este año juntos, con nuestras familias compartiendo la mesa, ver que se llevan bien... Y no te imaginas lo feliz que me haces día a día, lo bien que me siento teniéndote cerca... Nunca había sentido algo así, Matt. A veces pienso que es demasiado, pero luego, al verte, siento que no te entrego lo suficiente, que debería decirte más seguido todo lo que siento por ti, lo feliz que me haces. No lo sé. Hay noches que siento que no te merezco y tengo miedo a perderte, en serio tengo miedo Matt, eres lo mejor que me ha pasado en la vida —fui honesta, mirándolo con lágrimas en los ojos—. Por favor, no me dejes. Te amo, Price.

—Dios, Amber... —juntó nuestras frentes, cerrando los ojos—. Yo—

—¡Vengan, chicos, ya es hora de brindar! —el grito de mi tía pinchó la burbuja en la que nos encontrábamos.

—Rayos —me quejé en voz baja—. Ya había durado demasiado... —lentamente me puse de pie, para luego tenderle la mano—. ¿Vamos?

—No creo que tengamos opción —trotamos hacia el círculo formado en cuanto comenzaron a gritar la cuenta atrás.

—3... 2... 1... ¡Feliz Año Nuevo! —gritamos a coro, dándonos un abrazo grupal y brindando con las copas de champagne.



(...)



—Oye, escapémonos de aquí, están todos ebrios, no lo notarán —le propuse a Matt, sorprendiéndolo por la espalda.

—¿Quieres escaparte? —asentí, emocionada por la idea de estar un rato juntos y lejos de todo el ruido—. Ok, me gusta la idea. ¿Dónde vamos? —observamos alrededor.

《Ambett》[AE#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora