CAPÍTULO 61
—¡Concéntrate, Amber! Estás golpeando mal —el regaño de mi amiga me sacó de mis pensamientos.
—Ahg, demonios —volví a lo mío, golpeando el saco con toda mi fuerza.
—¿En dónde tienes la cabeza? —detuvo el saco, haciéndose lugar para verme—. Hace dos horas que estás aquí, ¿qué ocurrió?
—No tiene importancia —intenté retomar lo que hacía, pero me detuvo.
—Amber... —insistió.
—¡No! —gruñí molesta.
Mis cambios de humor eran cada vez más bruscos desde mi ascensión a alfa. Me enojaba por cualquier cosa y mis ojos cambiaban de la nada, Azul era más difícil de controlar, era más fuerte ahora.
—Lo siento, Alfa —agachó la cabeza, intimidada por mi gruñido y mis ojos color sangre.
—No, no, no, no —sacudí la cabeza. Odiaba cuando esto ocurría. Me tranquilicé y fui hacia ella para abrazarla.
>>Maldición, qué temperamento tienes... —refunfuñé.
>>No me culpes a mí, ambas debes aprender a manejarlo, niña —según ella la parte alfa no era tan fácil de controlar, era una adición en ella también.
>>Bien, bien, pero ayúdame. No le puedo estar gruñendo a todos mis amigos —me quejé, molesta por cuántas veces eso pasaba al día.
—Oye, ¿sigues en este planeta? —una mano se pasó frente a mi rostro.
—Lo siento, hablaba con Azul —suspiré, cansada—. No te quise gruñir, Liv, lo siento mucho.
—Está bien, todo es muy nuevo aún —volvió a abrazarme en un intento de consolarme—. Todo estará bien —sobó mi espalda.
—Eso espero... —cuando ella me dejó ir, me senté en el suelo.
—¿Me quieres contar? —habló suavemente mientras se sentaba frente a mí.
—Hay un chico en la escuela... —mencioné tras tomar varias respiraciones profundas—. Algo pasó hace unos días —miré en otra dirección, evitando su mirada a propósito—. Normalmente lo hubiera golpeado —hice una mueca, recordando sus "piropos" y la forma en la que había tocado mi trasero—, pero ahora que mi fuerza se ha duplicado, tuve miedo de realmente hacerle daño, no podría cargar con eso en mi conciencia, así que no hice nada...
Unos minutos de silencio incómodo nos rodeó. Mi mirada se encontró con la de mi amiga cuando la escuché gruñir, sus ojos cambiaban de color de un segundo a otro, estaba luchando con su loba.
—Dime lo que sepas de ese maldito, yo me encargo —su voz se mezcló con la de Aira.
—¿Qué pasa, Aira? —no pude evitar preguntar. No entendía su reacción.
—Nadie toca a mi alfa sin su consentimiento —gruñó con molestia—. Espera a que Eros se entere y ese imbécil es historia...
—¡No! ¡Ni se te ocurra! —chillé exaltada—. No vamos a decirle a Matthew al respecto, olvídalo —negué con la cabeza repetidamente.
No íbamos a hacer eso, podía imaginarme su reacción y un escalofrío me recorría de pies a cabeza.
No, simplemente no.
—¿Por qué no? Es tu pareja de vida, él debe darle su merecido a ese maldito —frunció el ceño. Si seguía así le iban a salir arrugas—. O yo puedo encargarme... Eso es, yo voy a esperarte a la salida del colegio, sólo debes señalarlo y zas, te olvidas de él —la observé con mala cara—. No voy a matarlo, mujer. Sólo le daré un pequeño susto...
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《Ambett》[AE#1]
Werewolf[Dos almas destinadas a amarse] Primer libro de la saga Amores Eternos ❤ Ganadora del 1er lugar en los Green Bubble Awards 2017 y del 3er lugar en los Diamante Awards 2018, en la categoría Hombres Lobos