Final

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CAPÍTULO 69


—Empiezo a creer que esto es una especie de ritual para ti... —comentó Matt, sentándose a mi lado.

—Sí, algo así —coloqué mi mano sobre la suya—. Lo hago desde niña, pero ahora tiene otro significado, supongo.

—¿Quieres contarme? —entrelazó nuestros dedos y le dio un apretón a mi mano.

—Es... no lo sé, me gusta recordar todo lo que ha pasado durante los doce meses y agradecer las cosas buenas, los logros cumplidos, lo aprendido a partir de las cosas malas, ya sabes... —me encogí de hombros.

—¿Y qué agradeces este año? —palmeó su regazo, indicando que me sentara encima suyo.

Estábamos sentados en las reposeras que siempre estaban alrededor de la piscina y que había movido para poder estar en un rincón, donde no diera la luz, y así poder pensar tranquila.

—Pues... —lo abracé por el cuello mientras él colocaba una mano en mi muslo y la otra en mi cintura—. Le agradezco a la Luna tenerte a ti y a tu familia en mi vida, poder compartir aún con mis padres, el haber terminado la escuela secundaria, mis amigas, la posibilidad de seguir estudiando y tener mi propia casa con el amor de mi vida... —enumeré, viendo al cielo.

-Wow, bueno... comparto mucho de eso -una de sus manos subió a mi rostro- También agradezco haber tenido a mi mamá los años que la tuve, sé que estaría encantada contigo, te trataría como la hija que nunca tuvo -suspiró con aire melancólico-.

—Seguro que Luce fue estupenda, tuve un vistazo de ella, pero me hubiera gustado conocerla realmente —le dejé un suave beso en la mejilla.

—Si tan solo te hubiera encontrado antes... —se lamentó, sacudiendo la cabeza.

—Si nos hubiéramos conocido antes, lo nuestro hubiera sido imposible, amor. No habría tenido a Azul y tu tendrías a tu mate, la "original" —hice comillas con los dedos.

—Tú eres la única y original, bebé. La primera mujer que amé —sujetó mi rostro con firmeza—. Nunca lo dudes.

-No lo hago -sostuve sus manos- Sé que nuestro amor es fuerte y vencerá todos los obstáculos que vengan. Siempre juntos, como hasta ahora.

—Siempre juntos —volvimos a besarnos—. Feliz año nuevo, mi amor.

—¿Ya es medianoche? —volteé el rostro justo para ver a mi padre descorchando el champagne—. ¡Feliz año nuevo! —chillé emocionada.

—No hay nada mejor que empezarlo contigo en mis brazos —me apretujó más contra su pecho—. Te amo demasiado.

—Te amo mucho más.

—Vamos con el resto —tomados de las manos, volvimos a la mesa.

Habíamos decidido pasar esta fiesta en mi casa, Sophia nos tuvo como locos cocinando a todas horas y dándonos órdenes desde el hospital. Muy pocas veces teníamos tantos invitados y eso la ponía como loca, quería ser la mejor anfitriona.

Con suerte nos dejó dormir seis horas, maldita exagerada.

Julian, Alice y su hermanita vinieron, ahora vivían en la ciudad de la familia de ellas y no los veíamos tan seguido, lo cual era raro, ya me había acostumbrado a tener a ese pesado siempre molestando. No me malentiendan, aún lo hacía, pero por teléfono. No era lo mismo, aunque me conformaba.

Mi abuela estaba encantada con la niña, estuvieron hablando toda la cena y ahora se las veía jugando con los confites de chocolate. También era mi parte favorita de pequeña, bueno, todavía lo era. Me encantaba comer dulces y todos lo sabían.

《Ambett》[AE#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora