CAPÍTULO 59
—Cariño, hey —intenté alejarla de mi para poder verla, pero se resistió—. Rubia, respira. En serio, me estás asustando.
Entre hipidos, ella me hizo caso, se sentó bien sobre el césped y tomó respiraciones profundas. Era en verdad angustiante ver mal a tu mejor amiga y no saber qué hacer para mejorar la situación.
Mi celular comenzó a sonar una vez más, mi padre lo había dejado sobre mi bolso y Emily me lo alcanzó mientras se limpiaba el rostro.
—¿Matt? —pregunté frunciendo el ceño, se suponía que estaba en la universidad a esta hora—. ¿Está todo bien?
—Eso quiero saber yo. Me duele mucho el pecho —dijo con falta de aliento—. ¿Qué pasa? ¿Estás herida? ¿Es Azul?
—Estoy bien, tranquilo. Algo pasó con Emily. No está herida, no debes preocuparte —me adelanté, antes de que preguntara algo más—. Vuelve a clase, nosotras lo solucionamos.
—Ok, ve escribiéndome, ¿sí? Para estar seguro que estás bien —se escuchaba algo de bullicio del otro lado de la línea, supuse que estaba en clase y había salido para llamarme.
—Pregúntale si Chris fue —la voz de mi amiga delataba el esfuerzo que estaba haciendo para contener el llanto.
—¿Esa es Emily? —afirmé con un leve sonido—. Chris sí vino, ¿pasó algo entre ellos? —Ems se había enganchado a mí para poder escuchar, volví a repetir el sonido mientras ella comenzaba a llorar una vez más—. Diablos, voy para tu casa ni bien termine, ¿ok?
—Está bien, mi amor. Luego nos vemos, te amo —corté la llamada—. Vamos a casa —le dije a la muchacha.
La rubia se negó a levantarse, aferrándose a mi cuello, pero no me importó. La cargué mientras ella sujetaba mi bolso y lentamente fuimos hacia mi casa.
—¿Alguna vez te dije que eres muy cómoda y que tus abrazos son los mejores? —susurró desde el hueco de mi cuello, donde tenía escondido el rostro.
—Emily Stone, ¿estás coqueteando conmigo? —fruncí el ceño, riéndome.
—Por supuesto, no puedo perder la oportunidad —bromeó—. ¿Crees que si te doy un besito tu novio se entere? —alejó la cabeza lo suficiente como para verme a los ojos.
—Por supuesto, somos almas gemelas con un vínculo delator —dije en tono gracioso, haciéndola reír.
—Oh, es una lástima —formó un puchero con sus labios—. Eras un buen partido.
—¿Qué demonios, Emily? —solté una gran carcajada, bajándola una vez que cruzamos la puerta de entrada.
—Oye, yo estaba bien ahí —me dio un manotazo, indignada. Alcé una ceja al ver como hacía una mueca de dolor—. Debería recordar las ventajas de ser una mujer lobo.
—Deberías —estuve de acuerdo, apenas había sentido su mano.
(...)
Había intentado distraer a Emily, algunas veces funcionaba y otras no tanto. Incluso había terminado llorando con ella. En serio la estaba pasaba pasando mal, las cosas con Chris desde hacía un tiempo no venían bien y parecía que hoy había explotado todo.
Lo admitía, tenía ganas de golpearlo.
El timbre de la casa sonó repetidas veces, asustándome. Me sequé las manos, ya que estaba lavando lo que utilizamos en la merienda, y fui a abrir la puerta.
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《Ambett》[AE#1]
Werewolf[Dos almas destinadas a amarse] Primer libro de la saga Amores Eternos ❤ Ganadora del 1er lugar en los Green Bubble Awards 2017 y del 3er lugar en los Diamante Awards 2018, en la categoría Hombres Lobos