Capítulo 20

4.2K 357 204
                                    


Llevaba un buen rato en el sótano de la galería, echando un vistazo a antiguas fotografías que tenía allí organizadas, intentando así que por arte de magia le viniese algo de inspiración como para darle una idea coherente a Oliver sobre alguna exposición futura. Más que nada para que la dejase tranquila, porque el temita "bloqueo" la tenía un poco quemada. Quizás un poco de más. ¿Dónde había quedado eso de que la musa llegaba y te sorprendía? Más bien... ¿Dónde demonios se había metido su musa? ¿De vacaciones o qué?

-Maldita sea –susurró pasando las hojas de un archivador. Y es que no, al parecer ese tampoco le iba a devolver a esa musa fugitiva y escapista.

Se levantó del escritorio después de dejar escapar un fuerte suspiro. El cometido del día le iba a llevar más tiempo de lo esperado, de eso estaba completamente segura.

-Clarke –llamó su atención Anna, la recepcionista de la galería, la misma que le informaba de cualquier cosa cuando pasaba los ratos en el sótano ya que en ese sitio nunca tenía cobertura, el mismo sitio dónde gracias a eso podía pasarse horas y horas alejada del mundo exterior, concentrada solamente en su trabajo o en sus propios pensamientos.

-¿Qué ocurre? –Preguntó extrañada al ver su rostro.

-Es mejor que te sientes –le aconsejó, haciendo que irremediablemente los nervios comenzasen a moverse por todo su cuerpo.

-Dímelo –pidió con cierta demanda, sin apartar la vista del rostro de la joven.

-Es...es tu abuelo, está en el hospital –soltó, provocando que acto seguido una sensación de ahogo se instaurase con fuerza sobre su pecho. –Tú madre me ha pedido que te lo dijera mejor alguien en persona –explicaba mientras ella se agarraba al filo del escritorio. –¿Estás bien? –Preguntó la chica muy preocupada, acercándose a ella.

-¿Qué...qué le ha pasado? –Quiso saber a pesar del miedo que sentía por todo tu cuerpo.

-Según tu madre, ella tampoco sabía mucho más, sólo que la habían llamado del hospital –contestó Anna –me ha comentado que está en otra ciudad por temas de empresa pero que cogería el primer vuelo para estar aquí cuanto antes –terminó de explicar a pesar de que ella sabía perfectamente donde estaba su madre. –¿Puedo hacer algo por ti? ¿Por qué no te sientas y te traigo algo de agua? –Le aconsejó la chica.

-No... –susurró mientras intentaba pensar en algo, en lo que fuese, ya que su maldita cabeza se había quedado en blanco. Completamente en blanco. –Yo...tengo...tengo que ir al hospital –le informó antes de recomponerse un poco tras la noticia y salir de allí casi disparada.

Ni siquiera supo cómo había sido capaz de coger el coche y conducir hasta el hospital, no sin haber provocado algún accidente durante el trayecto. Porque es que su maldita mente no hacía nada más que dar mil vueltas por segundo pensando en mil y una cosa. Todas relacionadas con el estado de salud de su abuelo.

-Joder –gruñó nada más aparcar el coche en los aparcamientos del hospital, intentando calmarse un poco mientras controlaba su respiración.

Suspiró antes de entrar en el edificio. Y es que odiaba los hospitales con todas sus fuerzas. Los odiaba demasiado. Muy mucho. ¿Acaso la gente no lo sabía? ¿Por qué tenían que provocarle esta clase de situaciones tan desagradables?

Tras preguntar por su abuelo en el mostrador de urgencias, donde según le había informado Abby que lo habían llevado en un primer momento, decidió sentarse en la tan agobiante sala de espera. Obedeciendo sin pensar mucho en ello, y es que lo único que le dijeron era que tenía que esperar, sin tan siquiera tener algún dato de su estado de salud. Nada. Ni un ápice de información. Cero. Tan sólo, esperar.

Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora