Capítulo 41

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-¿Estás aquí o en Marte? –Le sorprendió la pregunta de su madre. –Coge aquel de arriba –le informó señalándole un pequeño bote de aceite en concreto, justo a sus espaldas.

Suspiró sonoramente y se apartó ligeramente del carrito para coger lo que le había indicado.

Había decidido acompañar a su madre a realizar la gran compra semanal, aunque bueno, más que decidido, prácticamente le obligó a ir presentándose en la galería y diciéndole que la necesitaba con urgencia. Una urgencia que siempre se resumía en tener que acompañarle a algún sitio. Algo que su madre había tomado por costumbre para convencerla. Pero lo que ella no sabía es que no era necesario que lo tratase como urgencia puesto que el hecho de pasar tiempo con ella lo disfrutaba enormemente.

-¿Qué te pasa? –Le preguntó su madre tras unos segundos, fijándose detenidamente en su rostro, intentando analizarla mientras ella intentaba deshacerse de su mirada.

-Nada –contestó con rapidez.

Porque prefería soltar ese "nada" a tener que ordenar y explicar todo lo que estaba sintiendo y pensando. Y es que la tarde-noche que había compartido con Lexa y las niñas había sido genial, tanto que su mente y su cuerpo decidieron volcarse en disfrutarlo por completo. Cada minuto. Cada segundo. Y es que compartir esas horas con ellas había hecho revivir tantos otros pasados que lo único que hacía su mente era intentar recrearlos una y otra vez sin descanso alguno.

Pero lo que no le había gustado tanto fue el marcaje que Lexa hizo mientras saludaba a Violet, la chica agradable que había conocido en la sesión de fotos de ropa interior, aquella a la que acabó confesándole que echaba de menos a Lexa, la misma que se había encontrado por pura casualidad en la cafetería en una visita rápida para intentar entretenerse en algo. La misma chica que con sinceridad de nuevo le había dado las gracias por haberla tratado tan bien en su primer trabajo en el mundillo.

-Lo que tú digas –escuchó a su madre decir de fondo mientras ella seguía perdida en su mente, manejando el carrito siguiendo sus órdenes. –Ese de ahí –le señaló un bote de salsa especial para carne –no, el otro –le ordenó –Clarke por dios, el de la izquierda. Sabes perfectamente el que me gusta usar –escuchó cómo se quejaba.

-Pero ¿qué más da? Si es lo mismo –contestó pero no dudando ni un segundo en obedecerla y coger el que le había dicho para añadirlo al carrito también.

-¿Qué va a ser lo mismo? –Se quejó su madre bastante afectada mientras cambiaban de pasillo. –No tienes ni idea eh –soltó mientras ella suspiraba de nuevo. –¿No tienes nada que coger? –Le preguntó mientras la observaba examinar dos tipos de suavizante con bastante dedicación.

-Mierda sí, el champú –respondió con rapidez al recordarlo. –Ahora vuelvo –dijo dejando allí a su madre para retroceder a dicha sección. –Menudo desastre que eres Clarke –se decía andando con cierta rapidez para llegar cuanto antes, recordando cómo había tenido que coger un poco de gel para terminar de lavarse el pelo la última vez.

Paró en seco al llegar a la sección, examinando todas las filas que había del producto en cuestión. Y es que como siempre le pasaba, siempre se olvidaba de donde estaba concretamente el que ella usaba, o quizás los dependientes de la tienda tenían la manía de cambiarlo de lugar cada cierto tiempo. Porque aquello no era ni medio normal. Misterios de la vida.

-¡Mami! –Escuchó la voz de Alycia, sintiendo un fuerte amarre prácticamente a la vez en su pierna.

-Pero... ¿qué? –Se sorprendió al verla sonriente nada más bajar la mirada hacia su pierna. –¿Qué haces aquí? –Le preguntó sintiendo una mezcla de sorpresa y rabia en su interior. Ambos sentimientos por ver a la pequeña sola, ya que supuestamente debería estar con Lexa, o en cuyo caso con algún conocido de ambas.

Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora