Capítulo 94

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Las caricias que Clarke estaba haciendo por todo su cuerpo le hizo ir despertándose poco a poco, sintiendo sus manos sobre su vientre y sus besos en el cuello. Y es que despertar entre los brazos de su mujer era uno de sus grandes caprichos, algo de lo que disfrutaba enormemente y que tanto había echado de menos. La soledad que había sentido durante meses al despertar había sido demasiado desgarradora, tanto que la única que tenía el poder de sanarla era la misma persona que estaba volviendo a hacer su vida una autentica maravilla. Clarke Griffin, aquella chica descarada que resultó ser todo lo que ella necesitaba para ser feliz.

-Clarke –susurró al sentir cómo iba subiendo la mano hacia uno de sus pechos, subiendo también con sus labios hacia su oreja, a la que acabó dando un pequeño mordisco para después pasar la lengua.

Se movió algo inquieta, dejando escapar un pequeño gemido, muy contenido y muy ahogado mientras la mano de Clarke cubría uno de sus pechos y bajaba de nuevo con sus labios hacia su cuello.

Arqueó un poco su cuerpo cuando su mujer decidió apretar ligeramente su pecho y colocarse mejor sobre ella, posicionando una pierna entre las suyas y ejerciendo algo de presión en su parte más sensible.

-Clarke –volvió a susurrar cuando sintió cómo se perdía por completo bajo las sabanas, levantando su camiseta para dedicarse en exclusiva a su pecho. –Oh dios –dijo cuando la boca de su mujer entro en acción, provocando una sensación totalmente placentera y que toda su piel se erizase solamente con el primer contacto de los labios sobre su pecho.

Inclinó su cabeza hacia atrás mientras Clarke decidía ser un poco más brusca, cogiendo uno de sus pechos y llevándoselo con demanda a los labios, sintiendo cómo succionaba y cómo tiraba levemente de su pezón con los labios. Gesto que fue acompañado por una mayor presión entre sus piernas.

Dejó escapar un gemido bastante claro cuando Clarke decidió torturar su otro pecho, dando ligeros toques con su lengua antes de jugar también con sus dientes.

-Shhhh, las niñas –dijo Clarke sonriente, saliendo de su escondite un momento para besar sus labios, aprovechando para moverse mejor contra su muslo y a la vez rozar también su entrepierna.

-No, no, espera –susurró mientras Clarke seguía en su empeño de llenarla de besos. –Para, para –repitió a pesar de que no era lo que quería. En absoluto. –Las niñas –advirtió cuando Clarke la miró con el ceño fruncido, sin entender muy bien porque se negaba a pesar de que ambas sabían que su cuerpo estaba reaccionando bien. Muy bien.

-Duermen –contestó su mujer con una ligera sonrisa. –Sólo un poquito –apuntó agachando de nuevo el rostro para volver a besar su cuello, cubriéndose con la sábana.

Y tal como había ocurrido otras veces, se dejó hacer. Se dejó hacer además por las enormes ganas que seguía teniendo de sentir en todos los sentidos a su mujer, porque sentía la gran necesidad de recuperar muchas emociones y tiempo perdido.

-No sabes cuánto te deseo –susurró Clarke con voz muy ronca cerca de su oído mientras sus cuerpos buscaban más contacto entre ellos.

-Me hago una idea –contestó sintiendo puro fuego ante cada nueva caricia y beso.

Apretó con cuidado uno de los pechos de Clarke mientras esta seguía torturándola placenteramente, haciendo que su cuerpo se revolucionase un poco más al sentirla gemir y moverse de esa forma tan provocativa sobre ella. Y es que el hecho de tenerla encima, sintiendo su contacto, y sintiendo cómo la temperatura de ambas crecían segundo a segundo era una autentica tortura.

-¡Ataque de cosquillas! –Escuchó la voz de las dos pequeñas resonando en la habitación, provocando que rápidamente su cuerpo se detuviese por completo.

Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora