Capítulo 65

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Pasado

Su carrera estaba dando pasos agigantados por momentos, algo que verdaderamente jamás hubiese esperado en la vida. Y es que...¿Quién espera que su hobbie se convierta en su profesión y que además se le valorase de la forma en que le estaba ocurriendo a ella? A nadie. Y mucho menos a ella, a Clarke Griffin, quien había esperado tan poco de la vida. Una simple camarera que iba dando tumbos por la vida, dejando a un lado parte de su familia y sin importarle lo más mínimo las consecuencias que podían provocar sus actos.

Su carrera estaba creciendo sí, porque su nombre aparecía cada vez más a menudo en revistas y los críticos a su vez la tenían más en consideración. Incluso algunas de sus exposiciones habían sido valoradas y pedidas para formar parte de otras galerías, algo que a ella verdaderamente le venía perfecto. Un punto más para su motivación personal y sus ganas de seguir creciendo profesionalmente. Un combo que le animaba a seguir trabajando de esa forma, a seguir escalando puestos y hacerse hueco en ese mundillo en el que ya llevaba años.

Por otro lado, y algo diferente, estaba el ámbito personal. Porque sí, tenía dos niñas preciosas que iluminaban su día a día, que le hacían la persona más feliz del mundo con el simple hecho de ver sus caras o escuchar sus risas por toda la casa, pero luego estaba Lexa. La mujer de su vida, la madre de sus hijas, aquella que le había ganado el corazón sin dejar un centímetro sin su nombre marcado en él, la misma que había tenido una paciencia increíble con ella hasta conseguir que las dos fueran felices por completo. Porque otra cosa no, pero paciencia le sobraba a la castaña. Y ella lo sabía muy bien, y era por eso que aguantaba y soportaba como podía el cambio gradual que estaba experimentando Lexa.

Porque cada vez la veía más agobiada con el trabajo y se había cansado incluso de las veces que le había comentado que sería bueno para ella que tomase un descanso, que le pidiera una buenas vacaciones a su jefe y que desconectara durante un tiempo. Y es que la rabia por perder momentos con ella crecía cada vez más, al mismo nivel casi que la torre de papeles y carpetas sobre la mesa del comedor, donde Lexa había instalado su oficina en casa. Y sí, le daba pena, claro que sí, pero ella no podía hacer nada al respecto. Si la castaña seguía cubriéndose de trabajo, a la espera de ese ascenso tan deseado, era solamente cosa suya.

Y no es que tirase la toalla con ella, ni mucho menos, joder, era Lexa, su Lexa. Pero estaba viendo más claro que nunca eso de que "no hay más ciego que el que no quiere ver". Porque Lexa seguía empeñada en alcanzar esa cima propuesta con el ascenso, siendo la persona más ciega del mundo al no darse cuenta que su jefe no pretendía darle ese puesto, porque si después de tantos años de lucha y esfuerzo constante no lo había conseguido ya...poco podía hacer. Así que solamente le quedaba sonreírle e intentar animarla cuando llegaba a casa desanimada y con ganas de llorar, a la espera de que ella misma se diera cuenta de que no podía seguir así, que no solamente acabaría repercutiendo en sus dolores de cabeza constantes y su falta de sueño. Y es que no quería sentirse así, pero sabía que algo no iba bien, que algo estaba fallando entre ellas.

-Tienes que tener siempre cuidado con el ángulo, parece una tontería, pero puede marcar el resultado final de la fotografía –decía mientras Blair, la sobrina de Oliver, asentía ligeramente ante sus explicaciones. –Todo esto te sigue sonando a chino ¿cierto? –Bromeó viendo cómo la chica sonreía tímidamente. –Es normal, yo no tenía ni idea, solamente hacia fotos por diversión –contaba mientras terminaba de examinar el repertorio de fotografías de la chica en la pantalla de su cámara.

-Mi tío dice que estas clases contigo me servirán para ir más preparada el siguiente curso en la carrera –dijo la chica llamando su atención.

Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora