Capítulo 64

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Sí. Echaba de menos a Lexa. Era un hecho. Un hecho muy destacable y palpable. Tan destacable y palpable que no pudo evitar despertar pensando en ella, en que quería volver a verla, en observar sus ojos y su sonrisa de nuevo en directo. Y era por eso que no dudó ni un segundo en comprar el desayuno y plantarse en su despacho para cumplir con su objetivo; ir al encuentro de esa increíble mujer que tantas cosas estaba despertando de nuevo en ella.

Y es que era muy destacable y ella no podía hacer nada. Porque todo el cúmulo de sentimientos y sensaciones, que se habían despertado los días que habían pasado juntas en casa compartiendo tantos momentos con las niñas y a solas, le hacían sonreír y emocionarse sin remedio alguno. Y aunque su cabeza intentaba advertirle que fuese con paso lento y que pensara bien las cosas, su Clarke más primitiva e impulsiva le animaba a actuar, a dejarse llevar y a casi no pensar las causas y las consecuencias.

Y dejarse llevar es lo que estuvo a punto de hacer cuando Lexa se le acercó de aquella forma en el sofá de su despacho, porque ver esos increíbles ojos verdes mirándola, con esa intensidad y provocándola de esa forma que tan bien sabía, le hizo desconectar por completo del paso lento y seguro que quería mantener. Pero sabía que tenía que seguir asegurándose de cada paso que iba dando, porque lo que menos quería ahora mismo era romper ese nuevo escalón que habían alcanzado en la curiosa relación que mantenían. Pero también sabía, y era muy consciente de ello, que si no llega a ser por la intervención de Tyler en escena, posiblemente aun estaría recordando el beso que se podrían haber dado, porque aun sin llegar a dárselo sabía que hubiese sido tan intenso que aun estaría quemando sus labios.

-Mami –llamó su atención la pequeña Eliza, rompiendo rápidamente con todos los pensamientos que llevaban rondado su cabeza todo el día.

-Dime cariño –respondió girándose para verla mejor.

-Agua –pidió la pequeña mientras ella centraba toda su atención en ella.

-Arriba –dijo mientras la cogía en brazos. –¿Este? –Le preguntó mientras le señalaba uno de los vasos de muñequitos que las pequeñas tenían.

La pequeña asintió rápidamente, dándole así el visto bueno para poder llenarlo de agua.

-Ten cuidado –le advirtió a la pequeña Eliza, a quien mantenía en brazos controlando cómo bebía ella sola del vaso. –¿Estáis viendo dibujos? –Le preguntó provocando que la pequeña asintiera con el rostro tras ver saciada su sed.

-Los del gatito –afirmó así la pequeña su respuesta.

-¿Y sabes cómo hace el gatito? –Preguntó viendo rápidamente cómo la pequeña sonreía.

-Fffff –contestó la pequeña intentando poner sus manos como garras para arañar su camiseta.

-Quieta fiera –respondió riendo mientras volvía a dejarla en el suelo. –Fffff –pronunció imitando lo que acababa de hacer la pequeña mientras movía las manos por su pequeño cuerpo, provocando que se revolviera sonriente antes de verla abandonar de nuevo la cocina, dando así por terminada su pequeña visita a la cocina para reunirse de nuevo con su hermana mayor en el salón y continuar su ajetreada tarea de ver dibujos animados.

Centró de nuevo su atención en aquello que había estado ocupando su tiempo hasta que la pequeña le interrumpió, concretamente en la cena. La misma cena a la que Lexa estaba invitada. La misma a la que le estaba dedicando bastante empeño para que la salsa de su famosa lasaña quedase de lujo. Y sí, había sido una excusa barata eso de invitarla con aquel "solamente no quiero que tus papilas gustativas se pierdan algo así, no soy tan cruel", pero ambas lo sabían y Lexa no se negó en ningún momento. Así que, objetivo cumplido.

Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora