Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]

Capítulo 68

La pequeña charla que había dado sobre fotografía, teniendo que dejar a las pequeñas con Lexa, resultó ser verdaderamente agradable y reconfortante a partes iguales. Y es que sin habérselo esperado aquello le había servido para despertar una motivación bastante destacable dentro de ella, y quizás estaba sintiendo que aquel famoso bloqueo podía ir desapareciendo del todo. Que sí, que ya había echado unas cuantas fotos mientras Lexa estaba en casa para poder exponerlas durante la charla, pero ahora sentía que quería ir un poco más allá, quería ver hasta qué punto estaba recuperando esas ganas por volver a hacer un buen trabajo. Pero bueno, eso sería algo que comprobaría en los siguientes días.

Lo que más le interesaba por el momento era volver a casa, volver a ver a las pequeñas y a Lexa, porque sí, las había echado de menos. Y las había echado de menos a las tres, en un pack indivisible. Y era por eso mismo que en cuánto dio por finalizado su trabajo corrió al aeropuerto de nuevo para coger el primer vuelo de vuelta, sin tan siquiera entretenerse en disfrutar un poco de la ciudad.

Resopló con algo de frustración al darse cuenta que había llegado demasiado pronto al aeropuerto y que aun tendría que esperar un par de horas a que saliera su vuelo.

Se sentó lo más alejada posible del tumulto de gente para poder descansar algo cuando una pequeña rubia corriendo con su madre detrás llamó su atención, haciéndole sonreír sin remedio al recordarle a la pequeña Eliza.

-Mierda –gruñó al darse cuenta que les había prometido llevarles un regalo. Un regalo que aun no había comprado.

Volvió a coger la pequeña maleta de mano y se movió con algo de rapidez para intentar encontrar una tienda que le ofreciese algo que les gustase a las pequeñas.

-Me vale –suspiró aliviada al dar con la tienda típica de recuerdos.

Entró con paso decidido mientras sus ojos se movían por toda la tienda con bastante rapidez, intentando captar algo acertado para las pequeñas. ¿Peluches? No. El cuarto de juegos y sus habitaciones estaban llenos. Además, originalidad cero. ¿Mochilas? Tampoco. No veía muy claro que a las pequeñas les pudiese gustar algo así como regalo. ¿Llaveros? No, no y no.

-Pufff –resopló al darse cuenta de que iba a ser más difícil de lo que pensaba.

-¿Clarke? –Escuchó justo detrás de ella.

-Dana –fingió una leve sonrisa tras girarse, descubriendo quien era la dueña de esa voz.

-Que gusto volver a verte –dijo la chica completamente sonriente.

-Lástima que yo no pueda decir lo mismo –contestó ella con bastante sinceridad.

Con sinceridad y con la verdad por delante. Porque es que no le hacía nada de ilusión volver a encontrarse con ella. La chica le había dejado muy claro su actitud con ella, la típica joven que esta siempre de caza y al acecho de llevarse cualquier conquista, muy a su estilo de juventud, sí, para que engañarse. Pero ese estilo de vida lo había dejado atrás hacia ya muchos años.

-Que payasa eres –respondió la chica sonriente, tomándose el comentario como una broma entre ambas. –¿Viaje de negocios o por placer? –Preguntó alzándole ligeramente una de las cejas.

-Hasta luego, Dana –contestó cambiando de pasillo en la tienda, centrándose en lo que había ido a buscar; algo para las pequeñas.

-¿Sabes? Es una lástima que te cierres en banda –escuchó a la chica de nuevo detrás de ella –podríamos habérnoslo pasado muy pero que muy bien –dijo con voz sugerente, pasando por su lado y acariciándole el brazo con demasiado lentitud –si algún día quieres...ya sabes –dijo tras morderse el labio inferior –búscame –le informó guiñándole el ojo y desapareciendo de su campo de visión.