Capítulo 89

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Dejó escapar un suspiro nada más salir del taxi, acomodándose bien la americana y retocándose un poco el pelo con las manos mientras caminaba hacia su destino. Un destino que tanto Lexa como ella habían planeado con antelación, donde se incluía una velada romántica en uno de los mejores restaurantes de la ciudad, sin tener un claro destino después, pero donde primaba el hecho de disfrutar por completo de la noche para ellas y nadie más puesto que nuevamente habían optado por el comodín de la abuela para que cuidase de las pequeñas y de Bady.

Unos pasos más y una gran sonrisa se adueñó de su rostro al ver a Lexa parada en la puerta del restaurante con una falda negra ajustada por encima de las rodillas y una camisa blanca algo suelta que le quedaba realmente bien. Jodidamente bien.

Se encontraba totalmente distraída, mirando su teléfono móvil mientras ella aprovechaba para seguir observándola, para seguir observando a la preciosa mujer con la que compartía su vida. Esa misma que le había devuelto la felicidad años atrás, la misma que lo había vuelto a hacer hace apenas unos días. Días en los que su vida había vuelto a recuperar su sentido por completo.

Lexa levantó la vista, como si pudiera sentir su presencia cerca, y sonrió en cuanto sus ojos conectaron.

-Lo siento, el taxi ha tardado en llegar más de lo que esperaba –se excusó en cuanto estuvo junto a ella.

-No pasa nada –contestó la castaña sonriente mientras cogía una de sus manos.

-Estás preciosa –dijo apartándole un mechón de la cara con la mano libre, para poder ver mejor su rostro. –Increíblemente preciosa –aseguró posando la mano sobre su cuello, acariciando a la vez su mandíbula.

-Tu tampoco estás nada mal –le aseguró su mujer, fijándose en cómo la miraba de arriba abajo. –Me encanta cuando vas elegante pero sin salirte de tu estilo –le dijo soltando su mano para acomodarle mejor el cuello de la camisa. Algo que Lexa solía hacer, algo que ella adoraba muchísimo que hiciera.

-Fíjate, pues a mí me encanta esto –dijo con tranquilidad antes de inclinarse para besar sus labios con lentitud, recreándose enormemente en ese contacto y en la agradable sensación que le producía.

Se separó de forma perezosa de los labios de Lexa y la observó muy de cerca, fijándose en cómo sonreía y se mordía ligeramente el labio inferior.

-Será mejor que vayamos entrando, porque como me lo piense...te quedas sin cenar –argumentó antes de dejar un pico en sus labios y coger su mano para entrar juntas al restaurante.

Nada más entrar se quedó un poco impresionada con el sitio. Era un lugar realmente increíble. Adornado de forma muy simple, pero con un ambiente muy acogedor, donde las paredes de un color marrón chocolate contrastaban con el color marfil de algunas columnas y con las pequeñas lámparas que colgaban del techo, provocando una luz tenue que invitaba a pasar una agradable velada.

-Vaya –dijo en cuanto el joven que les había llevado hasta la mesa las dejó a solas.

-Es un sitio muy bonito, ¿cierto? –Preguntó Lexa mientras ella seguía observando el lugar atentamente.

-Es jodidamente bonito –aclaró volviendo la mirada hacia su mujer, quien la miraba a ella atentamente. –Oliver me había hablado muy bien del sitio, pero pensaba que era un tanto exagerado, como siempre –bromeó mientras un joven se acercaba para dejarles la carta.

Decidieron seguir la recomendación del joven para pedir el vino, el mismo que degustaban mientras se decidían en que iban a pedir para cenar.

-Alycia sigue empeñada en las clases de piano –llamó su atención Lexa mientras observaba la carta. –Me lo ha recordado mientras les preparaba la merienda –le contó cuando su mirada se centró en ella.

Arkadia 2 (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora